El Ejército israelí detectó este domingo el lanzamiento de unos 40 proyectiles desde Líbano hacia las zonas de la Alta Galilea y los Altos del Golán, la mayoría de los cuales fueron interceptados o cayeron en áreas abiertas, sin causar heridos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) indicaron que “los servicios de bomberos y rescate están operando actualmente para extinguir incendios causados por proyectiles caídos en áreas abiertas”.
En el transcurso de estos ataques, las FDI identificaron un dron que cayó en la zona de Metula, una localidad evacuada cercana a la frontera con Líbano.
“No se produjeron daños en el área de la comunidad y no se reportaron heridos”, agregó el comunicado.
El grupo terrorista Hezbollah, respaldado por Irán, reivindicó el ataque, afirmando que iba dirigido contra soldados israelíes.
Este ataque desde Líbano coincide con el lanzamiento de un misil desde Yemen hacia el centro de Israel, que cayó en una zona abierta sin causar heridos de gravedad.
Las FDI informaron que “nueve personas fueron tratadas por los servicios de emergencias tras sufrir heridas leves mientras corrían hacia los refugios antiaéreos”.
El misil fue lanzado por los rebeldes hutíes, otro grupo alineado con Irán, que han intensificado sus ataques contra Israel en apoyo a los terroristas palestinos tras el conflicto entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza.
Desde el 8 de octubre, Israel ha estado enfrascado en un intenso intercambio de fuego con Hezbollah, que comenzó a lanzar misiles y drones como muestra de apoyo a Hamas tras el ataque masivo del 7 de octubre.
Ese ataque desencadenó la guerra en Gaza, en la que Israel ha estado combatiendo para detener las amenazas terroristas que se ciernen sobre sus ciudadanos. Este sábado, 55 proyectiles fueron disparados desde Líbano hacia el territorio israelí, sin dejar heridos, según fuentes israelíes.
En respuesta a estos ataques, la fuerza aérea israelí llevó a cabo bombardeos contra una “célula terrorista” en la zona de Chebaa, en el sur de Líbano. Además, las FDI atacaron con artillería varias posiciones terroristas en la misma región, con el objetivo de neutralizar las amenazas que provienen del norte del país.
Los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah han sido constantes desde que las hostilidades comenzaron en octubre, y los ataques cruzados han dejado un saldo devastador en ambos lados.
Hasta la fecha, más de 650 personas han muerto a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano, siendo la mayoría de las bajas combatientes de Hezbollah, que ha confirmado la pérdida de al menos 400 de sus milicianos, algunos de ellos en Siria.
Del lado israelí, las autoridades han confirmado la muerte de 50 personas en el norte, incluidos 24 militares y 26 civiles, entre ellos 12 menores que fallecieron durante un ataque en los Altos del Golán.
En el contexto de este conflicto, Israel también ha tenido que lidiar con ataques desde Yemen, donde los hutíes, parte del llamado “eje de la resistencia” respaldado por Irán, han intensificado sus agresiones.
Los hutíes, que ya atacaron Tel Aviv en julio, lo que resultó en la muerte de un civil, no han reclamado aún la responsabilidad del ataque de este domingo, pero las FDI confirmaron que el misil lanzado desde Yemen cruzó hacia el centro de Israel y cayó en un área abierta sin causar daños.
“El misil fue lanzado desde Yemen”, afirmó el ejército israelí, y agregó que las explosiones escuchadas posteriormente provinieron de los interceptores de defensa aérea.
Este conflicto en el norte de Israel ha desplazado a unas 60.000 personas, que han tenido que evacuar sus hogares y buscar refugio en hoteles o con familiares en otras zonas del país.
Mientras tanto, Hezbollah continúa lanzando advertencias y amenazando con aumentar la violencia. El sábado, el número dos del grupo terrorista, Naim Qassem, advirtió que “si Israel desata una guerra, nos enfrentaremos a ella y habrá grandes pérdidas en ambos lados”.
El gobierno israelí, tras asegurar que sus misiones en Gaza están casi completadas, ha comenzado a concentrar su atención en el norte del país, donde la situación continúa siendo tensa debido a los constantes ataques de Hezbollah y sus aliados.
Mientras tanto, el gobierno de Benjamín Netanyahu enfrenta una creciente presión interna para alcanzar un acuerdo que permita la liberación de los rehenes secuestrados por Hamas durante el ataque del 7 de octubre. A pesar de los esfuerzos de mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, aún no se ha logrado un acuerdo de alto el fuego ni de liberación de los cautivos, lo que ha generado descontento entre la población israelí.
(Con información de EFE y AFP)