La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) ha asegurado que no hay indicios de que un país extranjero esté detrás del intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump perpetrado el pasado 13 de julio por el joven tirador Thomas Matthew Crooks en un acto de campaña electoral.
“Quiero ser claro: no hemos visto ningún indicio que sugiera que una entidad extranjera ordenó a Crooks llevar a cabo el ataque”, ha subrayado el subdirector ejecutivo de Seguridad Nacional del FBI, Robert Wells, en declaraciones a la prensa.
Sus palabras son una alusión velada a las informaciones que salieron a la luz el pasado 17 de julio de que la Inteligencia estadounidense recibió un aviso sobre un supuesto complot orquestado por Irán para matar a Trump que, sin embargo, no estaría relacionado con el tiroteo llevado a cabo por Crooks.
Wells también ha detallado que todavía no hay un motivo claro ni ningún cómplice o socio del tirador que tuviera “conocimiento previo del ataque”, que se produjo en la ciudad de Butler, en el estado de Pensilvania.
El FBI, que ha difundido este miércoles imágenes del rifle utilizado por Crooks, ha detallado que el tirador buscó información tanto de la Convención Nacional Republicana como de la Demócrata, por lo que pudo haber visto una “oportunidad” en el mitin del magnate.
El ataque, en el que el expresidente resultó herido leve en su oreja derecha después de que la bala le rozara, se saldó con la muerte de un simpatizante republicano y dos heridos. El tiroteo incentivó la dimisión de la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle.