Las siete democracias más industrializadas del mundo (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Japón e Italia) afirmaron que los recientes acontecimientos “han subrayado la necesidad crítica de abordar las vulnerabilidades en las cadenas de suministro globales, las rutas marítimas, los puertos y los flujos comerciales”. Esta declaración conjunta se realizó al finalizar su encuentro, que tuvo lugar entre ayer y hoy.
“Reafirmamos que la libertad de navegación es esencial para que el comercio pueda expresar plenamente su potencial mundial” y “asegurar la libre circulación de productos básicos, incluidos esenciales, a destinos y poblaciones de todo el mundo”, dijo el G7 en su reunión en la región sureña de Calabria que encabezó Antonio Tajani, titular de Exteriores de Italia, país con la presidencia de turno del grupo.
También, se comprometieron a fomentar “un sistema de comercio multilateral libre y justo, basado en normas y orientado al mercado, y a mejorar la resiliencia y la seguridad económica”. Para lograrlo, enfatizaron la importancia de “economías abiertas y competitivas” y la formación de nuevas alianzas en regiones como el Indopacífico, América Latina y África.
Asimismo, subrayaron la importancia de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) “siga cumpliendo su mandato de promover el comercio como medio para fortalecer el crecimiento económico”.
Además, instaron a continuar con los esfuerzos para “reformar las funciones de supervisión, deliberación, negociación y resolución de disputas” mediante los mecanismos de la OMC, con el objetivo de disponer de un sistema “plenamente funcional y accesible” para finales de 2024.
Durante la conferencia de prensa de clausura del evento, Tajani subrayó que la reforma de la OMC fue un tema central en las discusiones.
El jefe de la diplomacia italiana destacó que la OMC “necesita nuevas reglas, ya que algunas son obsoletas”. Además, señaló que el G7 de Comercio expresó su oposición a los aranceles, “excepto cuando sean necesarios para garantizar la reciprocidad”.
Durante los dos días de reunión, que comenzaron en un resort en Villa San Giovanni, en el área de Reggio Calabria, los ministros del G7 visitaron el puerto de Gioia Tauro, el principal puerto italiano en términos de tráfico de mercancías. Además, se reunieron con importantes empresarios industriales.
Además, participaron en el encuentro ministros y representantes de varios países invitados, como Australia, Brasil, Chile, India, Kenia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Turquía y Vietnam.
“Condiciones justas” para la competencia global
“Las libertades de intercambio, de comercio y de navegación son fundamentales para el comercio y el crecimiento global. Queremos garantizar la igualdad de condiciones para las empresas en los mercados mundiales”, se refirió, asimismo, Tajani.
“El Gobierno italiano apoya firmemente el compromiso para el diálogo y la cooperación con los socios globales. Cerrarse es la negación del comercio global. Más comercio mundial significa crecimiento, paz y seguridad” que son “las consignas de la Presidencia italiana del G7″, añadió.
Tajani recordó que “en conjunto, los miembros del G7 y los países invitados representan el 54% del PIB mundial y el 34% de la población global”. Más de la mitad del PIB mundial y un tercio de la población mundial.