Madrid, 27 sep (EFE).- El ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, ha insistido este viernes en que el Gobierno mantiene su rechazo a la oferta pública de adquisición de acciones (opa) del BBVA sobre el Banco Sabadell y a los planes de fusión de ambas entidades si la oferta prospera.
Cuerpo, en Radio Nacional de España, ha dejado claro que no hay nada nuevo que les haga cambiar su “recelo” sobre los efectos de esa posible fusión en el mercado, la misma idea que ha trasladado desde que el BBVA anunció que lanzaría una opa tras fracasar su intento de negociar de forma amistosa una fusión.
Al Gobierno le sigue preocupando no solo el impacto en el empleo y en la red de sucursales, sino también el que podría tener esa fusión sobre el crédito a las pymes y la propia competencia del sector.
Precisamente sobre los efectos de esta operación en la oferta bancaria tendrá que pronunciarse la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que analizará de forma independiente el posible impacto antes de imponer condiciones.
El consejero delegado del BBVA, Onur Genç, aseguraba esta misma semana en Londres que la compra del Sabadell no supone problemas de competencia, por lo que se mostraba convencido de que la CNMC daría luz verde a la operación en primera fase, igual que lo hizo con la fusión de CaixaBank y Bankia, que creaba un grupo mayor.
Sin embargo, el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, también desde Londres, se mostraba menos optimista y preveía que el análisis de la CNMC posiblemente requeriría más tiempo, lo que suponía pasar a una segunda fase y alargar el proceso.
Mientras se resuelve esta situación, el BBVA confía en que la Comisión Nacional del Mercado de Valores apruebe el folleto de la opa y pueda lanzar la oferta a los accionistas del Sabadell, quienes tendrán que decidir si aceptan canjear 4,83 títulos del banco catalán por uno nuevo del BBVA.
Si la propuesta del BBVA recibe el apoyo de más del 50 % del capital del Sabadell, que es la clave de todo el proceso, el banco que preside Carlos Torres seguirá adelante con sus planes de compra y, llegado el momento, planteará la fusión al Ministerio de Economía, que es quien tiene la última palabra.
Desde el BBVA abren la puerta a negociar, aunque confían en poder convencer al Ejecutivo del sentido de la operación, especialmente si ya ha tenido el apoyo de los accionistas del Sabadell -los dueños del banco- y es capaz de cumplir con las condiciones que pudiera poner la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Si para entonces el Gobierno mantuviera su rechazo a la fusión, el BBVA ya ha avanzado que podría igualmente mantener al Sabadell como una filial, aunque en ese caso, previsiblemente, las sinergias que obtendría serían menores. EFE