Dublín, 2 sep (EFECOM).- El Gobierno irlandés informó este lunes de que ha reducido del 24,88 % hasta el 22,04 % su participación en Allied Irish Bank (AIB), uno de los principales bancos de este país y al que rescató en 2010 para afrontar la crisis del sector financiero.
La entidad confirmó asimismo que invirtió 500 millones de euros en esta recompra de las acciones del Estado, al que ha devuelto ya este año 3.000 millones del rescate, hasta un total de momento de 16.600 millones de euros.
Su consejero delegado, Colin Hunt, destacó en un comunicado que la operación representa otro paso importante en el proceso de “reembolsar al contribuyente por su apoyo”, al tiempo que mejora la liquidez del banco y normaliza el portafolio de acciones.
Por su parte, el ministro irlandés de Finanzas, Jack Chambers, recordó que el objetivo final es que el AIB vuelva a estar en su totalidad en manos privadas.
“Este Gobierno sigue creyendo que la banca, en general, es una actividad que debería estar a cargo del sector privado y que los fondos de los contribuyentes que se utilizaron para apoyarlo deberán recuperarse y destinarse a usos más productivos, como una mejor prestación de servicios públicos”, expuso el ministro.
Chambers precisó que el precio alcanzado en esta transacción es el más alto al cierre desde febrero de 2018, después de que el AIB pagó 5,445 euros por cada acción.
“Hemos efectuado progresos importantes para reducir nuestra participación desde aproximadamente el 71 % a principios de 2022 al 22,04 % actual. El Estado sigue siendo el mayor accionista de AIB y seguiré evaluando oportunidades adicionales de venta de acciones a medida que surjan”, agregó el titular de Finanzas.
El Gobierno irlandés inició este proceso en diciembre de 2021, cuando su participación era del 71 % en el AIB, si bien llegó a casi el 93 % tras un rescate de 3.700 millones de euros.
Además del AIB, el Estado aún es accionista mayoritario del Permanent TSB (PTSB) desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, lo que le llevó a inyectar 64.000 millones de euros en el rescate de su sistema financiero.
Esta medida obligó después a Irlanda a pedir en 2010 a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional un programa de ayuda por 85.000 millones de euros, del que salió en 2013 tras un duro ajuste económico y una reforma de su banca. EFECOM
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