Los diálogos de paz entre el Gobierno de Gustavo Petro y el ELN pasan por otro momento de dificultad por un presunto incumplimiento de acuerdos. De acuerdo con la organización guerrillera, se pactó la creación de un Fondo Multidonante, que supuestamente serviría para su sostenimiento, en vista de que se comprometieron a dejar los secuestros con fines económicos. Sin embargo, hasta el momento no se ha conformado dicho fondo, y por eso decidieron anunciar que volverán a secuestrar.
Vera Grabe, jefa de la delegación de Gobierno en las negociaciones de paz con el grupo armado, explicó en una rueda de prensa que el propósito de esos recursos no es financiar a la guerrilla como contraprestación a la suspensión del secuestro, sino construir la paz a través de la implementación de lo pactado.
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A pesar de que los fines del Fondo Multidonante quedaron especificados en un documento firmado por las partes negociadoras, parece que en realidad no hubo un consenso. De acuerdo con Juan Carlos Merchán, profesor de Ciencia Política de la Universidad Javeriana y experto en temas de conflicto armado y paz, estos cambios y reclamos de la guerrilla responden a una falta de unidad dentro de la misma.
Una guerrilla con múltiples caras
“El Gobierno nacional no está en estos momentos en una negociación con el ELN, sino con varios ELN. Cada vez se hace más evidente esa estructura, más bien, federada o por partes que tiene”, explicó el experto en conversación con Infobae Colombia. Aseguró que hay frentes del grupo armado que tienen más poder que otros y que no necesariamente están de acuerdo con la manera en que se han adelantado las mesas de diálogo. Su influencia depende de la región en la que estén y la fortaleza que han ganado en términos de guerra y política.
Además de eso, la guerrilla está pasando por un cambio generacional que podría estar poniendo en desventaja a los integrantes más antiguos. “Hay unos mandos medios que han ido tomando fuerza en diferentes regiones y que están teniendo más fuerza que los comandantes tradicionales”, precisó el docente universitario. Pues, se evidencia que las nuevas generaciones, posiblemente, no están tan enfocadas en la ideología de justicia social con la que surgió el grupo armado, sino en la lógica de tener un sostenimiento militar financiado con el narcotráfico, la extorsión y los secuestros.
Por eso es que, aunque se pactó la creación del Fondo Multidonante para poder implementar la paz y sostener los diálogos, ahora surge un discurso en el ELN que contraría dicho acuerdo y que amenaza con la “comercialización de víctimas”, como dijo el experto a este medio. El secuestro, de hecho, es una de las rentas más importantes del grupo armado y algunos altos mandos ya se habían negado a abandonar esta práctica. No obstante, en el más reciente ciclo de conversaciones hubo un cambio de parecer por parte del ELN y acordaron, de manera unilateral, dejar de secuestrar, mostrando así su “buena voluntad”.
Ahora, ese discurso se estaría desplomando debido a las múltiples caras que la guerrilla ha mostrado. “Pareciera que en las negociaciones, en algunos momentos, sale la voz de unos frentes y después, sale la voz de otros frentes repitiendo lo antes dicho, como si hubiera una especie de esquizofrenia organizacional, como si tuvieran dos o tres personalidades al tiempo”, precisó el experto. Esta falta de acuerdo en el ELN pone en peligro las negociaciones.
Así las cosas, de acuerdo con el profesor, lo que pide la guerrilla para dejar el secuestro no es posible, simplemente porque el Gobierno no tiene la responsabilidad de pagarle para que se mantenga. “Ningún gobierno en ninguna negociación en Colombia ni en ninguna parte del mundo, está obligado a sostener la actividad ilegal de un grupo armado para que no se debilite estratégicamente mientras avanzan las negociaciones”, aseveró el experto.
¿Qué pasa con el cese al fuego?
Debido al anuncio del ELN, el alto comisionado de paz, Otty Patiño, indicó que debería suspenderse el cese al fuego con los frentes de la guerrilla que retomen los secuestros. Sin embargo, esta propuesta podría ser perjudicial para quienes están en las zonas más álgidas del conflicto armado.
“Para los sectores de la sociedad colombiana que sufren menos la guerra directa (sic) no es difícil decir que se rompa el cese fuego y que la fuerza pública entre a combatir directamente al ELN, pero una voz muy distinta es la de las comunidades que están viviendo directamente la guerra y que son las que pueden estar disfrutando de ciertos alivios en la confrontación armada entre el Ejército y el ELN, entonces allí se nos parte Colombia dos”, señaló Merchán.
En ese sentido, indicó que el Gobierno nacional debería confrontar al grupo armado para saber en qué lugar están y lo que esperan de los acuerdos. No obstante, aseguró que no se puede mantener una actitud pasiva en caso de que los secuestros retornen, como si nada pasara. Por eso, aseguró que se requiere con urgencia una reunión en la que se traten con claridad los temas que hoy dificultan los diálogos.
“El Gobierno nacional tiene que seguir exigiendo una unidad de decisión y una claridad para que todas las voces del ELN estén representadas en la mesa de negociaciones”, dijo. Además, aseguró que no hay que “echar en saco roto” la idea de adelantar diálogos a nivel territorial, con el fin de identificar las posturas de los frentes de la guerrilla.