Los sonidos de la ciudad se han convertido en protagonistas de una inquietante tendencia: el ruido urbano afecta cada vez más la calidad auditiva de los ciudadanos. Según el nuevo estudio de la red de centros auditivos Aural, presentado en Sevilla, el 90 por ciento de los encuestados considera que el ruido que se produce en el entorno urbano impacta negativamente su salud auditiva.
Durante el evento, el arquitecto y consultor acústico, Francesc Daumal, ha ofrecido a los asistentes una experiencia inmersiva, un paseo auditivo por el centro de Sevilla. Con los ojos vendados, los participantes han percibido de forma clara los sonidos del tráfico, las sirenas y las obras, descubriendo que los ruidos dominantes de la ciudad ocultan casi por completo los sonidos naturales.
Daumal también ha compartido conocimientos reveladores sobre cómo el sonido moldea la experiencia del entorno, influyendo en las emociones, el estado de ánimo y la salud mental. El experto no solo ha ayudado a comprender de mejor forma la influencia del sonido en la vida de las personas, sino que también ha revelado lo sensibles que podemos llegar a ser hacia el entorno sonoro que nos rodea.
El estudio llevado a cabo por Aural ha revelado que el tráfico es el principal responsable del malestar sonoro para el 69 por ciento de los andaluces, seguido por el ruido de la construcción (57 por ciento) y las sirenas (41 por ciento). Más de la mitad de los encuestados han asegurado sufrir consecuencias como problemas para dormir, estrés e incluso dolores de cabeza debido al constante bullicio urbano.
PROBLEMAS DE AUDICIÓN A FUTURO
Frente a esta preocupante realidad, la red de centros acústicos ha impulsado la necesidad de tomar medidas urgentes y, en este sentido, el director general de Aural, Juan Ignacio Martínez, ha señalado que “el aumento de la población mayor acentuará los problemas de audición en las próximas décadas”. “El impacto de la contaminación acústica en nuestra calidad de vida es innegable, así que es vital que busquemos espacios con menos decibelios dentro de nuestras ciudades, como parques o áreas verdes”, ha añadido.
La contaminación acústica no solo afecta a nuestra capacidad de oír, sino también a nuestra salud mental y emocional. Especialistas como la doctora Cayetana López han advertido de que las consecuencias de la exposición prolongada al ruido “pueden ser devastadoras”. Así, se prevé que, para el año 2050, “una de cada cuatro personas sufrirá problemas auditivos si no se toman acciones preventivas”.
ESTUDIO A NIVEL NACIONAL
Aural inició este estudio pionero en Barcelona para evaluar cómo el ruido urbano afecta a la calidad auditiva. A través de un formato similar (mediante un paseo por el barrio de la Sagrada Familia), las encuestas revelaron que el 88% de los españoles cree que el ruido de la ciudad afecta su salud auditiva, con problemas como el insomnio, el estrés y dolores de cabeza entre las consecuencias más comunes.
Este análisis inicial dejó claro que la contaminación acústica en las grandes ciudades no solo causa hipoacusia, sino también otras alteraciones, como acúfenos y estrés. Por ello, las conclusiones indican la necesidad de crear entornos más saludables y concienciar sobre la importancia de cuidar nuestros oídos en un mundo cada vez más ruidoso.