El juicio al acusado por el doble crimen de Liaño, por matar a quien había sido su pareja y al bebé de ambos, se celebrará el próximo mes de febrero, a partir del día 7 y hasta el 19.
El señalamiento figura en el auto de hechos justiciables, notificado a las partes y del que ha tenido conocimiento Europa Press este viernes por fuentes personadas en la causa.
La vista oral se celebrará con tribunal del jurado en la Audiencia Provincial de Cantabria y la causa ha sido instruida por el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Santander.
La Fiscalía y las otras cinco partes personadas, entre acusaciones y defensa, habían solicitado la apertura de juicio oral a José R., procesado por asesinar a su hasta entonces pareja, de 40 años, y al bebé de ambos, de once meses, en diciembre de 2021 en la localidad de Liaño, perteneciente al municipio de Villaescusa.
Está la cárcel de manera provisional desde lo ocurrido, cuando tenía 43 años, y se enfrenta a prisión permanente revisable que piden para él el ministerio público, las acusaciones particulares y la acción popular, ejercida por el Gobierno regional, en tanto que la defensa interesaba su absolución.
DELITOS Y PENAS
En concreto, la fiscal solicita la pena máxima por la muerte de la pequeña, 25 años de cárcel por el fallecimiento de la mujer y uno más por quebrantamiento de condena (orden de alejamiento que tenía sobre esta última y que habría roto hasta dos veces ese día).
El ministerio público considera los hechos constitutivos de dos delitos de asesinato (ambos con alevosía y uno de ellos con ensañamiento además) y en los que concurren las agravantes de parentesco, en ambos, y de discriminación por género en uno también,. Asimismo, entiende que es autor de un delito continuado de quebrantamiento de condena, con la agravante de reincidencia.
Las tres acusaciones particulares personadas en la causa, en representación de familiares de las dos víctimas, y la acción popular, ejercida por el Gobierno de Cantabria, también reclaman para José R. prisión permanente revisable por el asesinato del bebé y 25 años más de cárcel por el de la mujer.
DICIEMBRE DE 2021
Los hechos sucedieron en la casa familiar de las víctimas, en la localidad de Liaño, perteneciente al municipio de Villaescusa, donde aparecieron sin vida los cuerpos de la madre, de 40 años, y la hija, el 17 de diciembre de 2021.
Fueron localizadas con distintas heridas de arma blanca (que no ha aparecido), aunque se cree que ambas fueron asesinadas la tarde anterior. Los forenses sitúan la data de la muerte entre las siete de la tarde y nueve de la noche del día 16.
Tras el hallazgo de los cuerpos, el sospechoso, que tenía 43 años, se personó en dependencias policiales a requerimiento de las autoridades y quedó detenido. Desde entonces se encuentra en prisión preventiva. Primero estuvo en la cárcel de El Dueso, en Santoña, y después y hasta ahora en la de Dueñas, en Palencia.
TESTIGOS, TELÉFONOS MÓVILES Y ADN DEL SOSPECHOSO Y NO DE TERCEROS
Aunque se ha declarado inocente y ha negado su participación en los hechos, José R. es el único procesado por lo ocurrido. Varios testigos le situaron en el lugar en los momentos en los que presuntamente se cometieron.
Junto a ello, los datos de geolocalización de los teléfonos móviles del hombre y de la mujer también coinciden en tiempo y espacio, situándole igualmente en el escenario del doble crimen en el momento en el que presuntamente se cometió.
Y además, la información registrada en distintos repetidores y antenas de telefonía de la zona reflejan los desplazamientos posteriores del encausado, según los cuales permaneció toda la noche en la casa -en contra también de lo manifestado por él- y se fue en torno a las seis de la mañana del día siguiente.
Frente a todo ello, los investigadores no han encontrado ADN de otras personas en el lugar de los hechos, por lo que descartan la participación de terceros en estas muertes.
Así, en la casa familiar solo hallaron restos genéticos de madre e hija y del propio sospechoso, incluso en la mantita de la pequeña, en la que apreció envuelto su cadáver.
ORDEN DE ALEJAMIENTO E INTERVENCIÓN DE LA GUARDIA CIVIL
A priori, ambos asesinatos se produjeron tras la intervención de dos guardias civiles por la llamada de la mujer ante la presencia del hombre en el domicilio, a pesar de que tenía orden de alejamiento -dictada por el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander- y que habría quebrantado, hasta dos veces en un día.
Personados en el lugar, los agentes dejaron marchar al sospechoso y por este proceder la Benemérita abrió una investigación interna y un expediente -también a un sargento- que acabó en sanción a los tres efectivos implicados.
Posteriormente, la Audiencia Provincial de Cantabria rechazó que se imputara por un doble delito de homicidio por imprudencia profesional a los tres efectivos.