Suben las temperaturas y, con ellas, también nuestras ganas de disfrutar de nuestro tiempo libre, del buen tiempo, de las vacaciones y de la buena comida que las acompaña. Con la llegada del verano, todos buscamos heladerías, chiringuitos, terrazas y otros lugares donde exprimir al máximo estas fechas de vacaciones, viajes, descanso y desconexión. Para disfrutar por completo de la gastronomía española en su versión más veraniega, la Guía Repsol recopila cada año sus recomendaciones culinarias para las fechas estivales.
Son sus ‘Soletes’, la distinción más joven e informal de la guía que reconoce, desde hace nueve años, los locales informales de mejor calidad del país. Ahora, la guía ha añadido más de 500 nuevas recomendaciones, repartidas entre las grandes y pequeñas ciudades, pueblos de montaña y localidades costeras de todo el país. En esta ocasión, la guía ha contado con la ayuda de 125 cocineros con soles Repsol para que nos recomienden sus 750 locales favoritos de toda España —550 que se incorporan nuevos en la lista y 200 ya identificados en anteriores ediciones— y podamos disfrutarlos este verano.
Dentro de la selección, los chefs han elegido restaurantes, bares, vinotecas, cafeterías, terrazas y locales de fast good, pero también han recomendado sus heladerías preferidas, aquellos lugares donde ir a probar este manjar dulce tan veraniego. Las heladerías recomendadas se reparten por todo el territorio español, desde las playas de la costa catalana hasta los paseos marítimos de Huelva, pasando por deliciosos locales en grandes ciudades como Madrid o más pequeñas como Segovia.
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Los 3 Soles Repsol eligen sus heladerías favoritas
Gracias a las recomendaciones de la Guía Repsol, podríamos hacer una vuelta a España de heladería en heladería, probando los sabores preferidos de los grandes chefs españoles con tres Soles Repsol. Desde Córdoba, Paco Morales (Restaurante Noor), recomienda Buonisssimo, “una heladería artesanal situada en la ribera del Guadalquivir, en la que Danielle hace ese helado más ligero y sabroso ligado a la cultura italiana”. “Yo siempre tomo el de stracciatella”, asegura el chef, desvelando su favorito.
Hay que viajar hasta Santander para encontrar el helado predilecto de Jesús Sánchez, el chef del Cenador de Amós. En la heladería Capri, Jesús Sánchez se pide el helado de queso y melocotón, pero no es sencillo elegir entre la gran variedad de helados italianos artesanales que se llevan elaborando desde 1953.
En la ciudad costera de El Puerto de Santa María, donde Ángel León triunfa con su Aponiente, se encuentra Da Massimo, la heladería preferida de este cocinero con tres Soles. “Maestros heladeros de verdad, respetuosos con la tradición”, dice el chef del mar sobre esta heladería abierta a los sabores nuevos como el de payoyo y plancton del chef gaditano.
Tres recomendaciones son las que nos hacen Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch, los chefs del barcelonés Disfrutar, actualmente mejor restaurante del mundo. En Barcelona, los chefs apuestan por DelaCrem, la heladería artesanal de Massimo Pignata “donde degustar desde los sabores más tradicionales a los más exóticos”. En Sitges, se quedan con la Gelateria Olivier, donde elaboran helados artesanales desde 1958. “La escapada habitual con mi mujer y mis hijos”, reconoce Castro, que se decanta por su horchata y su cucurucho de nata con cerezas amarenas. Su última recomendación es Joia, en tierras de Girona: “En primera línea de playa, en uno de los pueblos icónicos del Mediterráneo, Cadaqués, podemos degustar una enorme variedad de helados con unas vistas inmejorables”.
Si buscamos los mejores helados de Madrid, Toño Perez, del restaurante Atrio, apuesta por Rocambolesc, la heladería de los hermanos Roca en la capital. Aunque su vitrina esté rellena de originales sabores, Toño se reconoce como un clásico, “siempre me pido el de vainilla con chocolate”, reconoce.