El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, se ha mostrado este miércoles “complacido” por el fin de la “saga” judicial en torno al fundador de Wikileaks, Julian Assange, después de que un tribunal de Estados Unidos aceptara el acuerdo por el que reconoce un cargo de espionaje a cambio de una sentencia que equivale a los más de cinco años que pasó en una prisión de máxima seguridad en Reino Unido.
Albanese ha reiterado que “al margen de la opiniones sobre las actividades” de Assange, el caso judicial contra él “se ha alargado demasiado”, al tiempo que ha ensalzado la labor de las autoridades australianas para lograr este resultado, según ha recogido la cadena de televisión australiana ABC.
“Esto es lo que significa defender a los australianos en todo el mundo. Significa llevar a cabo el trabajo, obtener resultados”, ha explicado, antes de insistir en que la mayoría de los australianos “estarán complacidos porque esta saga haya llegado a su fin y porque (Assange) pueda reunirse con su familia”.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en Australia, Caroline Kennedy, ha resaltado que “el retorno a Julian Assange a Australia pone fin a este largo y difícil caso”, según un breve comunicado publicado por la legación a través de su cuenta en la red social X.
“Estados Unidos da las gracias al Gobierno de Australia por su compromiso y asistencia durante este proceso”, ha manifestado, en un momento en el que el avión en el que viaja Assange tras su comparecencia ante un tribunal de las Islas Marianas del Norte, un territorio estadounidense en el océano Pacífico, se dirige hacia Australia.
La esposa de Assange, Stella Assange, ha publicado una fotografía del fundador de Wikileaks abandonando el tribunal de Saipan tras la decisión de la jueza Ramona Manglona de aceptar el acuerdo pactado y concederle la libertad. “Julian sale del tribunal federal de Saipan como un hombre libre. No puedo dejar de llorar”, ha señalado.
En la víspera, el Tribunal Superior de Londres le dejó en libertad bajo fianza tras el acuerdo, tras lo que embarcó en un vuelo desde Reino Unido hacia Saipan, con una parada en la capital de Tailandia, Bangkok, para repostar antes de continuar su viaje hasta destino, donde ha comparecido este miércoles ante el citado tribunal.
Assange fue detenido por las autoridades británicas el 11 de abril de 2019, después de abandonar la Embajada de Ecuador en Londres, donde permaneció refugiado durante casi siete años. Desde entonces, se encuentra en una prisión de máxima seguridad, en virtud de una orden de arresto emitida desde Estados Unidos.
A finales de mayo, el Tribunal Superior de Londres falló en favor del fundador de Wikileaks para permitirle apelar contra su orden de extradición al país norteamericano, donde se temía que se enfrentase a una batería de cargos que podía implicar hasta 175 años de cárcel. Assange ha defendido que las informaciones reveladas en 2010 sobre corrupción gubernamental y abusos contra los Derechos Humanos sirvieron para dar a conocer crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos.