Corea del Norte lanzó el lunes un misil al mar, según informaron Japón y Corea del Sur, horas después de que Pyongyang anunciara sus planes de poner en órbita un cohete aparentemente portador de su segundo satélite de reconocimiento militar.
“Corea del Norte ha disparado un proyectil no identificado hacia el sur”, sobre el mar Amarillo, dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, después de que Seúl, Beijing y Tokio concluyeran su primera cumbre trilateral desde 2019.
Corea del Norte había notificado anteriormente a los guardacostas japoneses sus planes de lanzar ”un cohete satélite” durante una ventana de lanzamiento desde el lunes hasta el 3 de junio. El plan se da a conocer días después de que el Ejército sureño dijera que ha detectado un incremento de la actividad en la base espacial de Sohae, en el noroeste norcoreano, desde donde realizó sus tres lanzamientos de satélites en 2023, disparando las especulaciones sobre un próximo lanzamiento.
La Oficina del Primer Ministro japonés levantó una alerta de misiles emitida para la isla de Okinawa tras el lanzamiento de Corea del Norte, afirmando que se creía que el misil no se dirigía a su región.
Corea del Norte facilita a Japón información sobre sus lanzamientos porque la guardia costera nipona coordina y distribuye información sobre seguridad marítima en Asia Oriental.
Por su parte, el Ejército surcoreano informó este lunes que había respondido con maniobras aéreas, que incluyeron el despliegue de cazas furtivos F-35, al plan de Corea del Norte de lanzar un nuevo satélite antes del 4 de junio.
A su vez, una fuente militar surcoreana indicó el domingo a la agencia Yonhap que Seúl tiene constancia de que muchos técnicos rusos han visitado Corea del Norte desde el año pasado, lo que supone un indicativo de que Moscú está asesorando a Pyongyang en este terreno, especialmente después de la cumbre que celebraron en septiembre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladimir Putin.
Corea del Norte puso en órbita su primer satélite de reconocimiento militar en noviembre del año pasado, como parte de sus esfuerzos por construir una red de vigilancia espacial para hacer frente a lo que denomina crecientes amenazas militares de Estados Unidos. El líder norcoreano, Kim Jong-un, declaró posteriormente en una reunión del partido gobernante que el país lanzaría otros tres satélites de espionaje militar en 2024.
La ONU prohíbe a Corea del Norte realizar lanzamientos de satélites, ya que los considera una tapadera para probar tecnología de misiles de largo alcance. Corea del Norte ha mantenido firmemente que tiene derecho a lanzar satélites y probar misiles. Kim ha afirmado que los satélites espía permitirán a su ejército vigilar mejor las actividades militares de Estados Unidos y Corea del Sur y aumentar la amenaza que suponen sus misiles con capacidad nuclear.
Tanto Seúl como Tokio recordaron hoy que los lanzamientos espaciales por parte de Corea del Norte implican el uso de tecnología propia de misiles balísticos de alcance intercontinental (ICBM), lo que prohíben las sanciones de la ONU.
El lanzamiento del proyectil se produce después que los primeros ministros de China y Japón y el presidente surcoreano se comprometieron a reforzar la cooperación tripartita durante una cumbre en Seúl, la primera entre los tres países desde 2019, en la que coincidieron en la necesidad de eliminar las armas nucleares de Corea del Norte.