Es raro encontrar confort y buena cocina en un restaurante de carretera. El bullicio y las raciones y bocatas de batalla predominan en estos lugares, enclaves repartidos ‘en tierra de nadie’ que, solo a veces, pueden llegar a sorprendernos. Y el Área de servicio de Boceguillas es toda una sorpresa a pie de carretera. En la autovía A-1, concretamente en el kilómetro 115, se encuentra este agradable alto en el camino, un área de servicio con restaurante y hotel en el que conductores y pasajeros paran a descansar y comer.
El Área de Boceguillas está ubicada en la localidad del mismo nombre, en la provincia de Segovia, junto a una gasolinera de la carretera que conecta Madrid con Burgos, Vitoria y San Sebastián. En esta situación privilegiada, de paso frecuente para viajantes y camioneros que van en una u otra dirección, se encuentra este restaurante que, desde 1998, es parada de confianza para muchos de ellos.
Al entrar en sus instalaciones sorprende su preciosa cúpula, que corona un impresionante salón circular con espacio para unas 180 personas. La decoración, de estilo rústico romántico, destaca por sus muebles familiares antiguos, sus manteles de ganchillo y un aire hogareño que hace a cualquiera sentirse como en casa. Ese era el objetivo de Conchi Domínguez, la propietaria que dirige el negocio desde hace 25 años junto a su marido, Ángel Tobar. “Trabajamos para hacerles sentir como en su casa”, aseguran desde la web del área de servicio que, desde 2016, incluye también su propia oferta hotelera: Las Casitas.
Juntos han llevado hacia delante un restaurante de calidad, que destaca sobre otras opciones de carretera gracias al mimo y esmero que se pone en cada una de las elaboraciones. Su carta, cuidadosamente elaborada con productos de la zona, ha conquistado a miles de viajeros y también a una de las guías gastronómicas más relevantes del panorama nacional, la Guía Repsol. El Área Boceguillas aparece como recomendación en esta guía desde hace ya unos años, situándola como una de las paradas imprescindibles para que vaya (o vuelva) a la capital hacia el norte.
Guisos tradicionales, cordero lechal y repostería casera
La cocina casera y el buen producto son claves para entender su éxito. Del huerto que el restaurante tiene al lado vienen los tomates, los calabacines, las berenjenas, las judías verdes o las alcachofas que sirven en sus mesas. Otros productos clave como el cordero de lechal procede de los pueblos anexos.
Entre los platos que más se repiten en sus comandas se encuentran precisamente su cordero lechal asado en horno de leña, así como la ensalada de bacalao con habitas y emulsión de pilpil, o el gallo de corral confitado en salsa de naranja y miel. Los amantes de los guisos pueden disfrutar del ciervo estofado, la sopa castellana con chorizo, y el potaje de garbanzos con setas de la zona. Otra de sus especialidades son sin duda los huevos fritos de corral, que se sirven con boletus sorianos, morcillas, alcachofas, ‘micuit’ de pato o jamón de bodega.
Para aquellos que buscan algo rápido, pero quieren comer rico y variado, el restaurante elabora también bocadillos tanto calientes como fríos, elaborados con su pan de hogaza de aceite casero y con rellenos como el chorizo frito con tortilla de patata o las anchoas en aceite con tomate.
En Boceguillas también cuidan y mucho el obrador, en el que elaboran sus famosos bizcochos, sus tortas de aceite y otros dulces caseros. Todos ellos se exponen en su barra, en perfecto orden, y alineados en bandejas con campana de cristal y blonda de papel. Allí se exhiben pastas, rosquillas, flores de sartén y bizcochos de naranja, chocolate o zanahoria, bocados dulces perfectos para acompañar de un café o un té con leche en un desayuno o merienda a medio camino.
A su carta y a su barra dulce se suman sus menús gastronómicos, ofertas que incluyen una gran variedad de platos y opciones que buscan satisfacer los gustos de todo aquel que eche el freno en sus inmediaciones. Es el caso del Menú del Asador, que incluye una selección de entrantes y una ración de su famoso cordero lechal asado en horno de leña, todo por 34,90 €. Este menú también incluye una ensalada de la huerta, un poco de morcilla y un postre casero.
Otra opción destacada es el Menú de Bodega, que ofrece huevos de corral con patatas, morcilla de Burgos, chorizo de la olla y lomo de orza. Además, este menú incluye postres del día, una copa de vino, ½ de agua o un refresco a un precio de 19,90 €. Para aquellos que prefieren una comida más ligera y variada, el Menú de Tapas es una excelente alternativa. Este menú incluye un cuenquito de judiones de la Granja, ensaladilla rusa con mahonesa de naranja, tres porciones de morcilla de Burgos y tres porciones de croquetas caseras. Al igual que el Menú de Bodega, este menú también incluye postres del día y una bebida, todo por 19,90 €.