El Rey Felipe VI ha protagonizado un momento muy icónico a la salida del Cementerio de San Isidro (tras despedir a su primo, Fernando Gómez-Acebo) con un grupo de espectadores que le esperaban para hacerse unas fotografías con él y capturan el momento de haberle conocido en persona.
Ya en la entrada, el monarca saludaba a las dos trabajadoras que estaban en la entrada vendiendo ramos y coronas de flores, pero a la salida no dudaba en darles la mano y mostrar ese lado cercano que siempre le ha caracterizado.
Tras saludarles cordialmente, el Rey Felipe se encontró con una familia entera que le esperaba para hacerse unas fotografías. Sin ninguna duda, les dio la mano a cada uno de ellos y accedió a ser captura por sus teléfonos móviles con una sonrisa.
Minutos más tarde, el monarca abandonó el cementerio de San Isidro junto con el personal de seguridad que le acompaña tras haber vivido uno de los fines de semana más duros de su vida al despedir a su primo Fernando Gómez Acebo a los 49 años. Eso sí, pese a los complicados momentos, Don Felipe no ha dejado de lado su cercanía con los ciudadanos.