El Rey Felipe VI ha sido testigo este lunes de uno de los simulacros con los que los pilotos de los ocho cazas españoles desplegados en Lituania se preparan para hacer frente a la amenaza rusa en el Báltico y contribuyen a la disuasión en una zona particularmente caliente de Europa, debido al enclave ruso de Kaliningrado.
El monarca, acompañado por el presidente lituano, Gitanas Nauseda, ha asistido al ejercicio de entrenamiento ‘Tango Scramble’ con el que los pilotos de los F-18 españoles se preparan de cara a una eventual amenaza real por parte de aviones rusos.
El objetivo de este simulacro es perfeccionar toda la operación para que cuando se producen alertas reales poder actuar con la máxima diligencia. Así, una vez suela la alarma, el avión debe despegar en menos de 15 minutos y conseguir llegar a la zona donde se ha detectado la presencia de un aparato no identificado en menos de 25.
La aviación rusa efectúa vuelos frecuentes hacia Kaliningrado, el enclave ruso situado entre Lituania y Polonia, y sus pilotos no siempre se identifican cuando se aproximan al espacio aéreo de la OTAN, lo que hace saltar las alertas.
Estos simulacros se efectúan de forma diaria, pero también se producen alertas reales, conocidas como ‘Alfa Scramble’. La actual rotación de cazas españoles llegó a la base lituana el pasado 1 de abril y ya el 4 de ese mes registró la primera. Desde entonces, y hasta el viernes pasado, ha habido casi una veintena.
ESPAÑA PARTICIPA EN LA BAP DESDE 2006
La BAP se creó en 2004 tras la entrada de los países bálticos en la OTAN. Dado que ninguno de los tres disponen de medios aéreos para garantizar su seguridad en este ámbito, son otros países aliados los que se turnan para prestársela. En el caso de España, participó por primera vez en 2006 y desde entonces ha venido haciéndolo de forma periódica, especialmente a raíz de la invasión rusa por parte de Ucrania de la península ucraniana de Crimea en 2014.
El actual despliegue del ‘Destacamento Vilkas’, como se denomina a los efectivos que participan, arrancó el pasado 1 de abril y se prolongará durante cuatro meses. Actualmente lo integran 150 aviadores del Ala 12 y Ala 15 (junto con personal de diversas unidades del Ejército del Aire y del Espacio) y por ocho aviones F-18, que concluirán su misión el 31 de julio.
A estos se añade un A400M del Ala 31, con capacidad de reabastecimiento en vuelo de los cazas, así como aviadores del Centro Logístico de Armamento y Experimentación para ayudar con la guerra electrónica, por lo que en total hay casi 190 efectivos.