El Senado de Luisiana (Estados Unidos) ha seguido este jueves los pasos dados unos días antes por la Cámara de Representantes al aprobar un proyecto de ley que criminaliza el uso de pastillas abortivas, lo que le convertiría en el primer estado que declara estos medicamentos como sustancias controladas.
La Cámara ha emitido 29 votos a favor y siete en contra, y ahora estará en manos del gobernador estatal, el republicano Jeff Landry, de firmar el texto para convertirlo en ley, algo que se espera que haga, según ha publicado la cadena de televisión estadounidense CNN.
Esta norma, a la que se han opuesto grupos antiabortistas y profesionales defensores de los derechos reproductivos, agregaría los medicamentos mifepristona y misoprostol a la lista de sustancias peligrosas controladas por el estado.
El listado regula los medicamentos que pueden ser altamente adictivos como opioides o antidepresivos. Para recetar sustancias controladas, los médicos necesitan una licencia especial y las autoridades realizan un seguimiento del paciente, el médico y la farmacia involucrados en cada receta.
El aborto es ilegal en Luisiana, por que lo que no está permitido recetar alimentos para interrumpir un embarazo, excepto en circunstancias muy limitadas y sin que se hagan excepciones en casos como el incesto o la violación. La medida castigaría la posesión de estas pastillas sin receta válida u orden de un profesional con hasta cinco años de prisión.
Cuando la Cámara de Representantes aprobó el texto, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó que se trataba de algo “absolutamente inconcebible” y que el culpable de ello es el expresidente Donald Trump.
Numerosos estados controlados por el Partido Republicano han realizado una ofensiva contra el derecho al aborto, en algunos casos imponiendo grandes restricciones, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos –dominado por republicanos– anulara en mayo de 2022 el caso ‘Roe vs Wade’, dando vía libre a los estados a restringir e incluso prohibir el aborto.