En 2015 se desató una batalla de declaraciones entre la diputada local Lucero Guadalupe Sánchez, mejor conocida como la “Chapodiputada”, y la diputada federal por el PRI, Francisco Elena “Paquis” Corrales; ambas se señalaron mutuamente por una presunta relación criminal con Joaquín El Chapo Guzmán.
La historia de “La Chapodiputada” inicia con su relación sentimental con El Chapo Guzmán -de quien se presume tuvo un hijo-, y pasa por su llegada al Congreso de Sinaloa, hasta terminar libre después de cumplir una condena en una prisión de San Diego, California, y de figurar en la lista de testigos en contra del exlíder del Cártel de Sinaloa.
En cuanto a la historia política de “Paquis” Corrales, esta se remonta a una diputación local y una federal como abanderada del PRI, siendo esta última en la que coincidió en tiempos con la “Chapodiputada”, quien la acusó de estar detrás de una campaña de “desprestigio” en su contra por “inventar” que mantenía un romance con El Chapo Guzmán.
La disputa entre ambas legisladoras quedó plasmada en varias notas periodísticas de la época y trascendió a algunos libros. En uno de los materiales de Anabel Hernández, se relata que Sergio Villarreal Barragán habría sido quien financió la campaña de la “Chapodiputada”, aunque esta siempre lo negó, incluso después de aceptar que sí tuvo una relación con el exlíder del Cártel de Sinaloa.
La reunión con El Chapo Guzmán
José Luis Montenegro es otro de los periodistas que rescataron esta disputa entre las diputadas. En el libro Los Chapitos: radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa se hace mención de una reunión convocada por El Chapo Guzmán para “silenciar” a “Paquis” Corrales.
Lucero Sánchez estaba convencida de que la diputada del PRI estaba detrás del reparto de volantes en Sinaloa, donde se daba cuenta de su relación sentimental con El Chapo Guzmán; una “campaña sucia” que le molestó y le pidió ayuda al capo.
Según narra la “Chapodiputada” en entrevista con Montenegro, a Guzmán Loera no le convenía y no quería que ella ganara la diputación en Sinaloa: “tenía cierto temor al gobierno federal y lo que menos deseaba era que yo me codeara con gente de la clase política”.
Para solucionar la situación, El Chapo Guzmán mandó llamar a “Paquis” Corrales a la sierra de Durango; de acuerdo con la “Chapodiputada”, la legisladora federal no acudió a la cita, pero en su lugar mandó a Samuel Lizárraga, entonces presidente municipal de Cosalá. Pese al “desplante”, Francisca Elena Corrales “de ser muy insistente, de un día para otro dejó de hablar de mí”.
Exilio y traición de El Chapo Guzmán
En una nota publicada por el portal Debate, en noviembre de 2017, se afirma que “Paquis” Corrales regresó a Sinaloa para celebrar la boda de su hijo, esto luego de ser exiliada de Sinaloa y mudarse a la Ciudad de México, aunque en 2020 se le vio disfrutando del Carnaval de Mazatlán.
En ese entonces también se corrió el rumor de un supuesto distanciamiento con su hermana, Carla Corrales, alcaldesa de Cosalá como abanderada del PAS, quien volvería al poder en 2021 e intentarían llevarla a juicio político en 2022; pese a este pasado, ahora busca su tercer trienio como candidata de Morena.
Respecto a la “Chapodiputada” la negación de su historia con El Chapo Guzmán se vino abajo luego de ser captada por las cámaras de seguridad del penal de El Altiplano entrando, con documentos falsos, para entrevistarse con el exlíder del Cártel de Sinaloa.
La visita ocurrió a unos meses de que el capo se fugara por segunda ocasión de una cárcel de máxima seguridad y según sus palabras, fue usada para involucrarla en la fuga de El Chapo, razón que la motivó para testificar en su contra y ayudar a que le dieran cadena perpetua.