A la hora de cocinar, no hay sabor más especial que el de una cocción a leña. Sea un mute, sancocho, sopa, pernil, carne o simplemente arroz blanco, nada le gana al toque ahumado de las pálidas brasas.
En el municipio de San Andrés, Santander, un muy joven Alirio Mendoza Cáceres se crió con la comida que preparaba su madre, precisamente en horno de leña. Mariela Cáceres era la chef estrella del hostal familiar y por su mesa pasaban camioneros, viajeros, comerciantes y, por supuesto, sus 5 hijos.
Uno a uno, los ‘retoños’ migraron a la capital del departamento en búsqueda de trabajo. Al igual que lo hizo su padre, don Carlos Alirio Mendoza, quien llegó a trabajar con cerdos al barrio La Feria a mediados de los 80s.
Alirio hijo calcó los pasos de su ‘taita’ y le dedicó 11 años a una reconocida empresa de lechonas en la ciudad. Durante este tiempo se especializó en la preparación de los arroces, el relleno del lechón y el paciente tiempo de horneado.
Además, de ser todo un ‘ducho’ de este platillo, también conoció el amor en las arduas y calurosas horas de trabajo. Jessica Milena Rincón, quien se encargaba de atender y servir las porciones de lechona en las fiestas, correspondió a los sentimientos de Mendoza.
Esta pareja dio el gran salto en 2002: se independizaron y le apostaron todo a la sazón familiar.
“Cada fin de semana íbamos a los parques del área metropolitana con un lechoncito y vendíamos de 20 a 30 platos. La idea era que conocieran nuestro sabor y se llevara una tarjetica” relata Aliria, ahora más conocido como Pascual.
De hecho, si usted va al barrio La feria y pregunta por la lechona de Alirio, nadie le va a dar razón. Pero comente el nombre de Pascual y casi que lo llevan de la mano al restaurante de comida santandereana.
Ubicado por en toda la carrera primera del barrio, donde el olor a carne de cerdo le advierte a los habitantes que va a comer sabroso. El propio aroma de la combustión de la leña se ha convertido en el factor diferencia de la lechona Ceba’s.
Lo que había empezado como un negocio de fin de semana y eventos, en 2014 se materializó en un gran punto físico, el cual no sólo ofrecen el crocante sabor de la lechona sino que también hay presencia de carne a la llanera, pollo a la broaster y hasta cerdo a la cubana.
De primeros en el directorio
Una de las preguntas que más recibe la pareja es porque bautizaron al negocio con el nombre de Cebas con c. Primeramente, Sebastián es el primero de los tres hijos producto del matrimonio de ‘Pascual’ y Jessica.
Y la decisión de utilizar la letra ‘incorrecta’ corresponde a que “cuando nos buscaran en el directorio era mejor aparecer de los primeros y no casi al final”, reveló entre risas el propietario de este tradicional restaurante.
Actualmente sin necesidad de directorios o tarjetas, el mejor método para promocionar la sazón de la familia Mendoza Rincón ha sido la participación en eventos gastronómicos. Ya en diversas ocasiones han participado en festivales de la lechona.
Y este fin de semana no es la excepción, en el marco de ‘La Feria Bonita’, hoy y mañana más de 30 emprendedores presentarán sus mejores platillos entre las 10:00 de la mañana y las 8:00 de la noche en la cancha del barrio La Feria.
Así que si le dio hambre leer la historia de Pascual, Jessica y ‘Ceba’s’, tiene la oportunidad perfecta para ir por un buen plato de arroz y ‘cuerito’ con sabor a leña.
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