En recientes operativos contra el turismo sexual en Colombia, autoridades tomaron medidas significativas en las ciudades de Medellín y Cartagena.
En Medellín, se destapó el caso de un ciudadano estadounidense encontrado en compañía de dos menores en un hotel, generando alarma sobre este flagelo y paralelamente, en Cartagena, un importante avance se logró con la aprehensión de dos mujeres extranjeras, identificadas como Ramberlin Virginia Quevedo Molina y Beatriz Adriana Gil Rojas, que fungían como administradoras de un bar en la isla de Barú, que se encuentra bajo sospecha de promover prácticas sexuales con menores de edad.
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La detención de Quevedo Molina y Gil Rojas se produjo tras un operativo de allanamiento llevado a cabo por la Policía Nacional, en el cual se rescató a dos adolescentes de 15 y 17 años que se encontraban trabajando y viviendo en el establecimiento investigado, ubicado en el corregimiento de Ararca.
“En diligencia de allanamiento y registro realizada por la Policía Nacional al bar ubicado en el corregimiento de Ararca, se logró el rescate de dos jóvenes de 15 y 17 años, quienes trabajaban y vivían en ese lugar. En el procedimiento fueron capturadas las administradoras del local”, dijo la Fiscalía.
Semanas después de analizar todo el material probatorio recopilado, la Fiscalía imputó a las administradoras del local por los delitos de proxenetismo con menor de edad y estímulo a la prostitución de menores, cargos que ambas negaron. No obstante, se ordenó su reclusión preventiva en la cárcel del municipio de Turbaco, Bolívar.
Ese caso se suma a la detención en Estados Unidos de Stefan Andrés Correa, un hombre que viajaba constantemente a Colombia para abusa de menores de edad en medio de fiestas sexuales llevadas a cabo en Medellín.
De acuerdo con las autoridades, el pedófilo estadounidense era cliente fiel de una red de explotación sexual infantil que le ofrecía niña entre nueve y catorce años para que cometiera todo tipo de vejámenes sexuales.
Estados Unidos y Colombia colaboran para desmantelar la mega red de explotación sexual de menores de edad y en uno de los resultados más recientes fueron detenidas dos mujeres en Medellín encargadas de reclutar niñas para que estadounidenses y otros extranjeros las violaran.
“En la ciudad de Medellín hay grupos organizados identificados en el Parque Lleras, en el barrio El Poblado y en diferentes zonas que se encargan de la distribución de la droga, del tráfico de personas y del tráfico de armas en estos lugares”, dijo el director de protección de la Policía Nacional, el coronel Juan Pablo Cubides.
Desde el Congreso de la República se adelantan acciones para crear una ley que proteja a los niños de las redes de explotación sexual y castigue severamente a los proxenetas y pedófilos pertenecientes a esos grupos criminales.
“Le siguen poniendo precio a nuestros niños, niñas y adolescentes. ¡Aún tenemos una deuda muy grande para protegerlos! Los dolorosos hechos de los últimos días evidencian que como país hemos sido incapaces de priorizar su bienestar y su seguridad, y mientras no lo hagamos, mientras no los tengamos como prioridad, ¡no podremos avanzar como sociedad!” indicó la senadora Nadia Blel, autora de la iniciativa.
En ese sentido, por unanimidad, la Comisión Primera de Senado aprobó en primer debate el proyecto de ley que luchará de manera contundente contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes en el país.
Según datos de la Fiscalía, en los últimos 4 años se registraron 9.489 procesos por delitos relacionados con explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, 252 en los primeros tres meses de este año.
