El mayor factor de riesgo del cáncer de piel es, sin duda, la exposición directa al Sol, pues las quemaduras pueden causar mutaciones. El Sol daña el ADN de la piel y la acumulación de esas alteraciones es la que provoca la aparición del melanoma, el cáncer de piel más agresivo. Y aunque necesitamos de vitamina D para gozar de buena salud, debemos ser conscientes de que pasar demasiadas horas al Sol sin la protección debida conlleva una serie de riesgos para la salud.
Por ello, los profesionales de la salud recomiendan utilizar cremas solares que protejan nuestra piel y reduzcan el riesgo de desarrollar enfermedades cutáneas. Estas deben contar con el conocido factor de protección solar (SPF o FPS), que es la cantidad de tiempo que una determinada crema puede proteger la piel de la radiación ultravioleta.
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Una investigación conjunta entre la Universidad de Calgary y la Universidad de Ottawa, ambas en Canadá, ha abordado la eficacia y la seguridad del uso del protector solar para la prevención del cáncer de piel. Como recoge el estudio, publicado en la Canadian Association Medical Journal, todas las personas mayores de seis meses deben utilizar protectores solares “con un FPS de 30 o más”.
En esa misma línea, “la Academia Estadounidense de Dermatología recomienda el uso regular de protector solar con un SPF de 30 o más para personas de todo tipo de piel”, aunque los cánceres de este tipo son mucho más frecuentes en personas blancas que en personas con piel morena o negra. El propio estudio reconoce que no se han llevado a cabo estudios para “evaluar la eficacia del uso regular de protector solar para reducir el riesgo de cáncer de piel entre las personas que no son blancas”.
Es más, las conclusiones de la investigación demuestran que las personas no nos aplicamos el suficiente protector solar, “con un uso estándar que oscila entre el 20% y el 50% de la aplicación recomendada”. De esta manera, utilizar cremas solares con FPS altos pueden compensar esta carencia.
El cáncer de piel en España presenta cifras significativas en cuanto a incidencia y mortalidad, pues cada año se diagnostican al menos 5.700 nuevos casos de melanoma. Una tasa de incidencia de 12,3 casos por cada 100.000 habitantes, según la Academia Española de Dermatología y Venereología. Además, se estima que la incidencia del cáncer de piel ha aumentado aproximadamente un 50% en los últimos 20 años, llegando a contabilizarse casi 7.500 casos de melanoma cutáneo en 2022.
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La regla ABCDE para identificar si un lunar es maligno
Para tratar correctamente un melanoma o cualquier otro tipo de cáncer de piel, es crucial una detección temprana del mismo. La regla ABCDE, que responde a las siglas de asimetría, bordes, color, diámetro y evolución, es una forma de identificar si un lunar es maligno.
“Según la regla ABCDE, si tú miras un lunar, este suele ser simétrico. Si es asimétrico, puede tratarse de un melanoma. La B se refiere a los bordes irregulares. La C es el color, que en el tumor no es igual en toda la lesión. La D de diámetro es si alcanza un poco más de los cinco centímetros. La E es de si el lunar evoluciona. Por tanto, si tienes un lunar asimétrico, con bordes irregulares, un color que no es homogéneo, un diámetro un poco grande y además evoluciona, ese lunar debe ser revisado por un experto en dermatología”, explicó la oncóloga Marisol Soengas, en una entrevista para Infobae España.