La tecnología cada vez está más avanzada y muchas veces suele ser utilizada con fines negativos, ejemplo de ello es que en algunos casos tienden a clonar información personal de una persona con fines fraudulentos y uno de los más comunes es el de la huella digital.
La huella que cada persona tiene en el mundo digital puede ser rastreada con facilidad. Dicha huella se encuentra conformada por datos personales, que todos en conjunto dan forma a un perfil permanente de la vida digital que las personas tienen.
Peligros de que clonen la huella digital
Uno de los principales peligros a los que pueden enfrentarse los usuarios en caso de que su huella digital sea vulnerada es a que a partir de su información personal se genere un perfil falso en redes sociales con información y datos reales, lo que puede provocar que se solicite dinero a los contactos que se tienen.
También se podría estar expuesto a una fuga de datos, la cual consiste en un ciberataque que tiene como objetivo dañar la imagen y la reputación de una persona, en donde la información que se difunde es normalmente de carácter sensible o confidencial.
Modus operandi con el que obtienen la huella digital
Una manera con la que suele quedar expuesta la huella digital es por medio de las cookies, ya que se trata de entidades digitales que recopilan datos que pueden tener la capacidad de crear perfiles completos con información personal.
Los sitios web pueden rastrear la actividad de un usuario mediante la instalación de cookies en el dispositivo móvil personal, así como las aplicaciones pueden recopilar los datos de una persona sin su conocimiento.
Por lo anterior, lo recomendable es no aceptar todas las cookies, únicamente las necesarias para conseguir una navegación buena, así como rechazar las cookies de publicidad o que sean enviadas por terceros.
Recomendaciones al navegar por internet
Al navegar en internet, es esencial tomar medidas de precaución para proteger su información personal y garantizar una experiencia segura. Aquí hay algunas recomendaciones:
– Usar contraseñas seguras: crear contraseñas fuertes, únicas para cada cuenta, combinando letras, números y símbolos, y considerar el uso de un gestor de contraseñas.
– Actualizar software regularmente: mantener el sistema operativo, los navegadores y cualquier software de seguridad actualizados para protegerse contra vulnerabilidades y ataques.
– Evitar redes Wi-Fi públicas para transacciones sensibles: no realizar operaciones bancarias ni compras en línea cuando se esté conectado a redes Wi-Fi públicas, ya que podrían no ser seguras.
– Navegación segura: buscar el candado de seguridad y el prefijo “https://” en la barra de direcciones del navegador antes de ingresar información sensible, como datos de tarjetas de crédito.
– Estar atento a estafas y phishing: ser crítico con los correos electrónicos o mensajes que solicitan información personal o financiera y verificar la autenticidad de los sitios web antes de proporcionar datos personales.
– Usar software de seguridad: instalar y mantener software antivirus y antimalware actualizado para proteger su dispositivo contra software malicioso.
– Respetar la privacidad online: ajustar la configuración de privacidad en redes sociales y servicios en línea para controlar la cantidad y el tipo de información que se comparte.
– Educación sobre seguridad en línea: mantenerse informado sobre las últimas amenazas en línea y las mejores prácticas de seguridad puede ayudar a navegar de manera más segura.
