El 24 de abril de 2006 la velerista mexicana Galia Moss salió de las costas de Vigo, España con el objetivo de llegar al parque nacional de Xcaret de su natal México como parte de un objetivo personal para el que se preparó más de 9 años.
Esta hazaña representó todo un desafío náutico, pues el recorrido sería abordo del “Beneteau First”, una embarcación de regata y crucero (únicamente propulsada por el viento) equipada con cámaras web, y teléfono vía satélite para afrontar las 3,200 millas náuticas (unos 5 mil 920 kilómetros) entre España y el puerto mexicano de Cancún.
“He estado entrenando, he estado tratando de seguir meditando y pues yo estoy muy concentrada. Ya tengo todo lo de las cartas náuticas, tengo toda la ruta hecha y llevo ya también una semana siguiendo la meteorología para saber exactamente en qué vientos yo voy a viajar. Estoy más emocionada que nerviosa” comentó la atleta mexicana antes de partir en una entrevista para Televisa.
La historia de la legendaria velerista mexicana
Galia Moss comenzó su vida deportiva en la gimnasia cuando tenía 5 años de edad. Después de 10 años de entrenamiento, representó a la Ciudad de México. Continuó su trayectoria atlética en pista y alberca durante 2 años para practicar natación, atletismo y yoga.
Pero fue a sus 24 años cuando incursionó en el deporte que marcaría su vida para siempre, el velerismo. A partir de entonces, su sueño fue el de cruzar el Atlántico a vela en solitario.
“Un día me desperté y me dije, yo no llegaré a los 80 años sin hacer algo así, tenía 24 y me
quedaba claro que todo lo aprendemos y que tenía el tiempo para aprender y empecé con
mis años de preparación y decidí la ruta, salir de España y llegar a México”, compartió Goss en una conferencia para la Comisión del deporte de Guanajuato.
Después de siete años tomando cursos teóricos y prácticos, compitiendo, transportando veleros, entrenando con los mejores veleristas de España y otros dos años más tocando puertas para conseguir patrocinio; logró realizar su sueño.
Luego de 41 días navegando por el océano atlántico, la atleta mexicana finalmente llegó a su destino, las costas mexicanas de Quintana Roo el 3 de julio, esta gesta la consagró como la primera latinoamericana en recorrer este viaje intercontinental completamente sola en un velero.
Además de cumplir su meta personal, Moss y sus patrocinadores ayudaron a la construcción de 644 casas para familias mexicanas, pues antes de iniciar su travesía se firmó el acuerdo de que distintas asociaciones donarían por cada cada 8 millas náuticas de navegación que superara la atleta.
La historia de esta hazaña quedó inmortalizada en el libro “Navegando Un Sueño” en el que la propia Galia Moss cuenta cómo fueron esos 41 días completamente sola navegando en mar abierto.
Cuatro años más tarde, en 2010, realizó otra travesía en solitario, esta vez desde Veracruz hasta las Islas Azores. El recorrido original era hasta Israel, pero por problemas técnicos de su velero tuvo que parar en la Isla Faial. Ese mismo año cruzó por segunda vez el océano Atlántico, navegando 4,250 millas náuticas. Esta vez, por cada 6 millas, la Fundación Televisa y 1 Kilo de Ayuda dieron a 708 niños un paquete nutricional cada 14 días, durante 2 años y medio.
En 2012 y 2013 dio la vuelta a América Latina representando a México en siete países y logró apadrinar a 1,800 niños mexicanos en becas educativas además de apoyar en infraestructura a cinco escuelas de México.