Desde su llegada a Colombia en 2016 como migrante de Venezuela, Génesis Daylin García ha superado desafíos personales y académicos, destacándose en las canchas del Colegio Técnico Empresarial José María Estévez, de Bucaramanga, Colombia. Esto demuestra que el deporte puede ser un poderoso catalizador de integración y desarrollo personal.
Con tan solo 9 años, dejó atrás su vida en Venezuela y emprendió un camino con sus padres hacia un nuevo hogar en Bucaramanga. “En enero de 2017, encontré un lugar en el Colegio José María Estévez, donde comencé a cursar el tercer grado”, menciona García. Años después, ella continúa su formación en esta institución y actualmente cursa el décimo grado, destacándose tanto en lo académico como en el deporte.
Desde sus primeros días en el colegio, Génesis enfrentó el reto de adaptarse a un entorno completamente nuevo. El cambio de país y de escuela no fue fácil; los primeros días estuvieron marcados por la incertidumbre. “Recuerdo que al principio sentía pena y miedo al estar rodeada de niños y personas nuevas. Sin embargo, con el tiempo, esos sentimientos fueron desapareciendo; logré hacer buenos amigos y me gané el cariño de mis compañeros y profesores”, relata.
El proceso de integración de Genesis se vio facilitado por los programas y actividades que la institución ofrece. “Participé en programas con Comfenalco Santander, donde pude involucrarme en danza, manualidades y teatro, estas actividades me ayudaron a conectarme con muchos niños de diferentes cursos y a sentirme bienvenida”, explica.
Además, el fútbol se convirtió en una pasión que no solo le brindó un espacio para desarrollarse, sino también para fortalecer lazos de amistad. “El deporte ha sido una parte fundamental de mi integración. He logrado jugar en varias canchas y ciudades, he conocido a personas maravillosas, y hoy formo parte de la liga de Santander, algo que jamás imaginé lograr siendo de otro país”, comenta la estudiante.
El fútbol le ha enseñado lecciones de vida, como la responsabilidad y el trabajo en equipo. “Esta disciplina me ha ayudado a ser más responsable y dedicada, tanto en mi vida personal como en mis estudios”, añade.
El apoyo de sus profesores y entrenadores también ha sido clave en su proceso de adaptación. “Ellos creyeron en mí desde el principio, siempre he sentido su apoyo, lo que me ha ayudado a seguir adelante y a mejorar continuamente”, afirma. La relación cercana con sus entrenadores y la confianza que le han brindado han sido fundamentales para su crecimiento en la liga de Santander donde aspira seguir aportando los conocimientos necesarios para destacarse como de las futbolistas venezolanas.
“No tengan miedo de experimentar cosas nuevas,los cambios pueden traer cosas buenas y nuevas oportunidades, siempre es importante superar los desafíos y estar abiertos a nuevas experiencias”, concluye.
El fútbol no solo ha sido una herramienta de integración para Génesis Daylin García, sino también una fuente de grandes recuerdos y logros.
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