El Ministerio de Justicia, en cabeza de Néstor Osuna, finalmente atendió el llamado de la banda criminal La Inmaculada de instalar una mesa de diálogos en la que se planteen estrategias para dejar de delinquir en el Valle del Cauca, departamento donde han ejecutado diferentes crímenes.
En ese orden de ideas, de acuerdo con W Radio, el jueves 6 de junio se está realizando ese acercamiento en la cárcel La Picota de Bogotá, donde actualmente se está recluido Andrés Felipe Marín, alias Pipe Tuluá, líder máximo de la estructura delincuencial, que purga una condena de 18 años por homicidio, secuestro y extorsión.
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En el encuentro, además del mencionado delincuente, estaría presente el gestor de derechos humanos Fabián Agredo; el asesor político Diego Ortega; el representante Nacional de los derechos humanos del Inpec, Edwin Conde; el ministro de Justicia, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco; la directora del Movimiento Cárceles al Desnudo, Esmeralda Echeverry; y el senador del partido En Marcha Guido Echeverri.
De acuerdo con lo revelado por el periodista Julio Sánchez Cristo, director del medio mencionado, en este espacio la banda criminal anunciará su nuevo nombre, el cual haría parte del proceso de reinserción al que estaría dispuesto a someterse. Así las cosas, La Inmaculada se llamaría La Paz del Norte del Valle.
Entre sus propuestas, el grupo criminal promovería oportunidades educativas para menores vulnerables en Tuluá; asimismo, busca fortalecer el tejido social para reincorporarlos a la sociedad, además de la creación de una cooperativa de microcréditos para familias y otros proyectos similares.
Según el periodista, el objetivo de la banda criminal al mando de Pipe Tuluá es reducir la criminalidad juvenil, al igual y aumentar la escolarización, buscando transformar la vida de los jóvenes en situación de vulnerabilidad del mencionado municipio.
El enfoque de esta banda delincuencial, según dijo, es priorizar la niñez y la juventud del municipio vallecaucano, debido a que dicha organización criminal está integrada principalmente por menores de edad. Por ello, proponen hacer un inventario explicando las razones por las cuales estos niños optan por la delincuencia. Adicionalmente, el cabecilla preso solicitaría la intervención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) para apoyar los procesos con los niños y jóvenes del Valle.
Gobernadora Dilian Francisca Toro respetará la decisión del Gobierno de dialogar con La Inmaculada
Frente al reto que asumirá el Gobierno nacional en relación con las conversaciones con la banda criminal, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, dijo que dicha decisión es “discrecional” del presidente Gustavo Petro, pues es el responsable del orden público del país, por lo que es respetuosa de lo que se decida.
“El Gobierno nacional, como lo he dicho en reiteradas ocasiones, es el responsable del orden público y de determinar con quién se sienta a dialogar o conversar; esa decisión es discrecional del Presidente de la República y, respetuosa como soy, del Estado de Derecho, también respeto las competencias del Gobierno Nacional”, afirmó Toro, vía X.
Asimismo, agregó lo siguiente: “Esperemos, por el bien del Valle del Cauca, que el presidente, en su sabiduría, dirija de la mejor manera esas conversaciones y que se logre erradicar ese factor de violencia que nos afecta a todos”.
De otro lado, el secretario de Gobierno de Tuluá, Martín Hincapié, afirmó que el Ministerio de Justicia escuchará a Pipe Tuluá a través del comisionado de Paz, lo que resulta en un punto clave para conocer a otros miembros que apoyan la delincuencia en el municipio. “Esta es una oportunidad para que Tuluá conozca a quienes apoyan esta banda criminal y para desmantelar la criminalidad, especialmente el reclutamiento de menores mediante el consumo de sustancias psicoactivas”, puntualizó.
Cabe recordar que en una entrevista con W Radio el 23 de mayo, el líder de La Inmaculada expresó su disposición de revelar todo y admitir sus delitos en un entorno de negociación de paz. Afirmó estar dispuesto a contar la verdad, pedir perdón, reparar a las víctimas y aceptar sus errores cuando se le brinde la oportunidad de sentarse en una mesa de diálogo. Por ello, el Gobierno se mostró flexible a la disposición de paz del grupo criminal.
