Este jueves, a las 18:30, en el segundo piso del Palacio Barolo, el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno volverá a reunir a economistas que representan las diferentes tribus del peronismo y que, en su mayoría, conviven bajo el techo de Unión por la Patria (UP). Será el segundo encuentro que encabece y que busque transmitir su voluntad de reorganizar el espacio político.
La primera reunión fue el 27 de junio y allí Moreno, en diálogo con Infobae, dijo que se había “consensuado un documento base” y que había “una hoja de ruta” para darle forma a un plan económico opositor. Y agregó: “El peronismo empieza a tener una voz unívoca en economía que básicamente es plantearle al pueblo argentino la reindustrialización de la patria”.
Para esta segunda reunión el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, enviará como representante al ex secretario de Industria Roberto Feletti mientras que Sergio Massa designó al ex secretario de Finanzas Eduardo Setti y al ex secretario de Industria José Ignacio De Mendiguren para que vayan en representación del Frente Renovador. Además irán dos economistas jóvenes que forman parte del esquema político del massismo.
También estarán presentes economistas que integran el Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP), en representación de Juan Grabois, titular del Frente Patria Grande; dirigentes vinculados a Miguel Pichetto y Santiago Fraschina y Fernando Ausas en representación del kirchnerismo. Una convergencia de múltiples sectores peronistas.
El encuentro se dará después de la reunión que días atrás mantuvo Moreno con Máximo Kirchner, en la que analizaron las variables económicas de la gestión de Javier Milei, la situación del peronismo como oposición y la discusión de fondo sobre el rearmado del espacio político, que es lo que impulsa el ex funcionario nacional desde hace varios meses.
En el entorno del líder camporista aseguran que ese encuentro está vinculado a la idea de Kirchner de abrir el juego y ampliar el esquema opositor. Es también el mandato de Cristina Kirchner, que hace tiempo le reclama a la dirigencia que le responde, que tejan alianzas con todos los sectores de la oposición para poder confrontar con las políticas libertarias en el Congreso y en la escena política.
Moreno comenzó a generar plenarios y encuentros sectoriales con la idea de poner en movimiento al peronismo y con un mensaje claro: volver a las fuentes y a la doctrina. En ese camino había dejado de lado al kirchnerismo más duro y había planteado que Axel Kicillof no era peronista, motivo por el que le costaría buscar puntos de acuerdo. Se mostró como una versión del peronismo clásico.
Esa situación cambió con el paso de las semanas. La reunión con el líder de La Cámpora es un claro acercamiento al mundo K y hace un puñado de días dijo que, si bien no comparten la construcción política, “hay coincidencias con Kicillof en términos económicos”. Cambios en la ruta que está recorriendo para convertirse en un actor influyente de la reconstrucción peronista.
En todos los sectores son cuidadosos respecto a lo que implica el encuentro. Por el momento no es nada más que una reunión política en la que apuestan a encontrar un punto de unidad en la mirada económica y un posible programa que identifique al sector más grande de la oposición. Y, además, una rosca política de la que nadie desea quedar afuera.
El encuentro de este jueves está anclado en lo económico más que en lo político. Es demasiado temprano – en términos electorales – para buscar coincidencias que contribuyan a diagramar un nuevo esquema. Sin embargo, la muestra de voluntad para estar en la reunión le sirve a los sectores que participan para exponer que trabajan para que el peronismo esté unido y sólido.
Moreno ganó protagonismo en las últimas semanas con múltiples apariciones en los medios de comunicación y las redes sociales, anticipando que el gobierno de Milei tiene un final anunciado -antes de los cuatro años- y que el peronismo debe avanzar en su reorganización para ser una alternativa. “Este gobierno está terminado”, repite una y otra vez.
La representatividad del ex funcionario K, en términos electorales, es muy baja. De hecho su partido nunca pudo competir hasta el final en una elección. Sin embargo, la convocatoria a una segunda reunión es una muestra de la capacidad que adquirió para convocar a distintos sectores y ser el protagonista de la velada.
Su voluntad es que todas las partes acuerden un documento que retrate el panorama económico del país, según la mirada unificada de los distintos actores del peronismo, con el objetivo posterior de pedir una reunión con representantes del FMI. Quiere consensuar un programa económico de todo el peronismo y mostrarle al Fondo que la oposición tiene un proyecto económico más viable que el del gobierno libertario.
Desde los diferentes sectores que estarán presentes avisaron que primero cada referente analizará los lineamientos que se discutan. No firmarán nada este jueves. Al menos, esa es la voluntad en la antesala de la reunión. Moreno apuesta a fomentar la constitución de un plan económico alternativo, aunque sabe que, al día de hoy, el rejunte de dirigentes y expresiones políticas, no conforman una alternativa real al gobierno nacional. Es una suma de voluntades y miradas qué hacer con la economía argentina.