Mientras el presidente Gustavo Petro conmemora los 205 años de la Batalla de Boyacá y, a su vez, conmemora el segundo año desde que tomó control de la Casa de Nariño, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) publicó un informe en el que ofrece una radiografía detallada de los montos invertidos en la estrategia de comunicaciones de la Presidencia.
En el documento, la fundación aseguró que el Ejecutivo ha doblado esfuerzos para difundir el mensaje del presidente a través de la creación de nuevos medios y productos audiovisuales, como en el caso del periódico Vida, o la producción de algunos informativos como Colombia Hoy Radio y Entérese del Cambio.
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Sin embargo, el equipo del presidente implementó una estrategia adicional que estaría consumiendo una parte considerable de los recursos estatales, aprovechando las nuevas dinámicas digitales y aumentando la inversión destinada a influenciadores y redes sociales.
Según el informe, “la estrategia de Petro ha mostrado una apertura hacia los llamados influencers (o creadores de contenido) a los que se les ha permitido un acercamiento en estos encuentros, e incluso, una participación en el Gobierno”, señala la Flip.
El informe también arrojó luz sobre los contratos específicos que el Gobierno ha firmado con varios influencers para promover su estrategia. Por ejemplo, Walter Alfonso Rodríguez, conocido como ‘Wally Opina’, recibió más de 45 millones de pesos para generar contenidos jurídicos en las plataformas de Rtvc.
Asimismo, María Niny Echeverry fue contratada por $24.333.333 para apoyar en actividades periodísticas y de contenido. Otro contrato que destacó la Flip incluyó a Jader David Rozo, conocido como ‘Don Izquierdo’, quien recibió $35.550.000 para apoyar el periodismo digital.
“A propósito de la contratación de influencers en el Gobierno surgen varias preguntas sobre la calidad de la información, cuando lo que se privilegia no es el criterio periodístico, sino que sus publicaciones tienden al activismo de opinión o a la publicidad”, señala el artículo.
El informe también resalta la expansión del equipo de comunicaciones de la Presidencia de Gustavo Petro, que creció de 54 funcionarios durante el periodo de Iván Duque a 65 en la administración actual.
Por otra parte, la relación entre Petro y la prensa ha sido descrita por la Flip como “tumultuosa” en los dos primeros años de su Gobierno. César Paredes, subdirector programático de la Fundación, declaró que el presidente “ha optado por la descalificación y la desconfianza en los medios de comunicación y en periodistas que considera incómodos”. Este enfoque ha llevado a la creación de nuevos canales de comunicación oficial y al aumento del presupuesto del sistema de medios públicos.
El subdirector Paredes también criticó que mientras Iván Duque dividió al sector mediático entre “amigos” y “enemigos”, Petro considera que “los medios de mayor influencia son adversarios políticos y prefiere comunicarse por X”.
En el aspecto contractual, Colombia Compra Eficiente también ha celebrado varios contratos para fortalecer la estrategia comunicativa de la Presidencia. Por ejemplo, cuatro contratos valorados en $188.901.871 fueron firmados con Nicolás Garzón Carvajal para asesoramiento en comunicaciones internas y externas. Otros contratos incluyen dos acuerdos con Ricardo Andrés Malagón, ascendiendo a $144.902.500, también para asesoría en comunicaciones.
Laura Daniela Beltrán Palomares, conocida como ‘Lalis Smile’, firmó contratos por un total de $19.838.709 y actualmente se desempeña como asesora de la Superintendencia de Industria y Comercio. Además, el Ministerio de Ambiente contrató a Celso Tete Crespo por $120.266.667 para apoyo en comunicaciones digitales.
Por otra parte, César Paredes analizó el uso intensivo que Petro hace de la red social X, donde tiene más de siete millones y medio de seguidores y utiliza la plataforma para divulgar anuncios oficiales, opiniones políticas y confrontaciones abiertas.
Paredes señaló que “por su cuenta se publican desde anuncios oficiales hasta confrontaciones con periodistas y medios de comunicación”, ilustrando un patrón deliberado de descalificación del trabajo periodístico.