Quito, 25 sep (EFE).- Un agente civil de tránsito halló dos bidones con material inflamable cerca de la zona donde el martes inició un “mega” incendio forestal en el centro norte de Quito, mientras las autoridades ofrecen recompensas a quienes brinden información que ayude a identificar a los autores del flagelo supuestamente premeditado.
El agente Luis Tonato informó de que la tarde del martes moradores de la zona de Guápulo le informaron de un incendio tras la iglesia y al acudir al lugar encontró dos bidones.
“No había nadie alrededor, por lo cual me pareció raro. Al acercarme a abrir los bidones, era aceite quemado, aceite ya usado, pero tenía un fuerte olor a diesel”, indicó.
Relató que aunque llamó al ECU 911 en busca de que la Policía se haga cargo del material, no llegaron.
Por ello, junto con una funcionaria municipal, halaron “las canecas hasta la parte de arriba de la iglesia. Vino una camioneta y se llevó los dos bidones”.
Una fuente del Ayuntamiento informó este miércoles a EFE que el material está ahora en custodia de la Policía.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, reiteró este miércoles que con el Gobierno nacional han coincidido “en catalogar a este ataque, a estos incendios, de criminales y terroristas”.
Avanzó que está en investigación el inicio del incendio y sobre la expansión comentó que “los árboles literalmente explotan”, y sus restos se esparcen provocando un “incendio por contaminación”.
Es “absolutamente sospechoso, criminal y terrorista”, que mientras ocurría “este mega incendio”, al mismo tiempo se prendían otros en la Cima de La Libertad, sectores cercanos a la avenida General Rumiñahui, en Llano Chico y otro en el norte de la ciudad.
Los incendios ocurrieron en la madrugada cuando “no hay ni sol, no hay ni radiación y, evidentemente, hay la acción humana”, sentenció mientras la Fiscalía General del Estado ha abierto una investigación previa en torno a los incendios registrados en Quito.
Muñoz recordó que por incendios en semanas pasadas hay dos detenidos, “en proceso de investigación”, pero han presentado trece denuncias en total hasta el momento por distintos flagelos.
Sobre los focos “del mega” incendio del martes, el alcalde indicó que “ninguno está liquidado”, pero la gran mayoría, controlados, y mantienen el punto de atención en el cerro Auqui.
Según la Secretaría de Seguridad del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), Carolina Andrade, desde julio hasta el 24 de septiembre, Quito ha tenido más de 300 incendios forestales, con una afectación de más de 1.800 hectáreas.
“Quito está bajo ataque”, dijo al hacerse eco de declaraciones en esa línea de Muñoz, e informó de que los Bomberos y la Policía levantan indicios que permitan dar con los responsables del incendio al considerar que fue provocado y aseveró que no descartan ninguna hipótesis.
Asimismo recordó que el Gobierno activó un plan de recompensas en la línea 131 y señaló que “los indicios fundamentales (del inicio del incendio) es que sería de un origen no natural” sino humano.
En las labores de sofocación de incendios se usan carros cisterna y helicópteros, y participan bomberos, militares, policías y se ha apreciado también cadenas de ciudadanos de a pie con bidones de agua y mangueras.
Desde el martes hasta las primeras horas de este miércoles se habían evacuado, de forma preventiva, a 107 familias, algunas de las cuales ya retornaron a sus hogares.
Según el comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito, Esteban Cárdenas, siete personas, entre ellas un bebé de menos de un año, madre y dos bomberos, resultaron heridos en los incendios.
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