Madrid, 2 oct (EFE).- La actriz y dramaturga alemana Hanna Shygulla cede el testigo a Andres Bonelli de un espectáculo emblemático en su carrera, ‘Borges y yo’, 20 años después de su estreno, en el que los cuentos de Borges y el tango entran en comunión.
Shygulla, intérprete de películas de Rainer Werner Fassbinder o Carlos Saura entre otros muchos, interpretó en 2003 por última vez ‘Borges y yo’, “un espectáculo del que todavía se habla y del que de, algún modo, vamos a asistir a un acto de transmisión”, ha señalado este miércoles Juan Mayorga, director artístico del Teatro de La Abadía donde permanecerá del 3 al 6 de octubre.
Un espectáculo que tiene una segunda vida, una resurrección -añade Mayorga- que pone en “valor frases y descubre otros sentidos de las palabras que el tiempo ha modulado”.
Un encuentro en París de ambas actrices desencadenó el traspaso de este legado, que cuenta con siete cuentos breves de Jorge Luis Borges como ‘Utopía de un hombre que está cansado’ y una selección de tangos populares argentinos ‘Volver’ o ‘El día que me quieras’, Peter Ludwig, al piano, junto al chelista Peter Wöpke, los mismos músicos que estuvieron en el espectáculo original de 2003.
“Todo tiene un inicio y un final, pero también todo puede renacer de otra manera, y en ese sentido me gustó la idea de retomar, eso sí, sin estar yo en escena”, ha explicado Hanna Schygulla, que recuerda que Borges regresa a sus orígenes al ser Andrea Bonelli argentina.
La actriz alemana recuerda que Borges llegó a ella durante un rodaje en Cuba a través de su maquilladora. “Me dejó un texto con una frase de sus poemas que hacía referencia al tiempo. No la entendí muy bien, pero me atrapó porque coincide con lo que quiero que la vida sea”.
Schygulla hace referencia a la vasta cultura de Borges, algo intimidada por ser extranjera en su entorno, la casualidad hizo coincidiera con un apasionado del tango como Peter Ludwig. “Así nació mi deseo de combinar el tango con algo muy literario; un camino entre lo más sublime a lo más popular” .
Andrea Bonelli (Buenos Aires, 1966) recoge el testigo de la dramaturgia junto a Shygulla, y de la interpretación. “Un reciclaje muy hermoso”, dice, en el que agradece la generosidad de la autora original.
A ella, Borges le llegó a partir de una poesía de ‘Los conjurados’ sobre la vida y la existencia.
En este nuevo texto aparecen elementos nuevos, “es la clave de un buen reciclaje -dice Hanna- si no es una repetición”.
Se ha incorporado un cuento y salió otro del espectáculo original. “Hicimos un cambio de concepto”, explica Bonelli, que han optado por una propuesta más performática, en lugar de concierto, como la inicial, en la que incorporan proyección de imágenes.
Se trata de “cuentos fantásticos sobre la vida, aunque quizá la vida también es un cuento fantástico, no hacemos separación”, admite la artista germana.
“Para mi es un gran desafío porque es Borges y porque son tangos, muy populares, que para nosotros (los argentinos) tienen mucho significado”, admite Bonelli, palabras que junto a la poesía del escritor la interpelan.
Asegura que trabajar con Hanna Schygulla ha sido alentador “es incansable, una generadora de propuestas constante, con un imaginario enorme y muy generosa”. EFE
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