Uno de los personajes más controvertidos de la historia de México es Hernán Cortés, un español que logró vencer a los mexicas, el pueblo más poderoso de Mesoamérica en la época prehispánica, antes de la llegada de los invasores españoles.
Su nombre completo era Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, y fue quien a principios del siglo XVI lideró la conquista del imperio Azteca, conocida como la Conquista de México-Tenochtitlan, que significó el fin de dicho imperio, poniéndolo bajo la dominio de la Corona de Castilla y dando inicio a la creación del Virreinato de la Nueva España.
Cortés nació en la ciudad extremeña de Medellín, en el seno de una familia de menor hidalguía. Decidió buscar fortuna en el Nuevo Mundo viajando a La Española, la isla que actualmente acoge a Haití y a República Dominicana. y a Cuba, donde por un corto periodo fue alcalde de la segunda ciudad fundada por los los españoles durante la tercera expedición a tierra firme, misma que financió parcialmente.
Se enemistó con el gobernador de Cuba, Diego Velásquez de Cuéllar, lo que provocó la cancelación del viaje a última hora, una orden que Cortés ignoró. Llegando al territorio que ahora es conocido como México, realizó una exitosa estrategia que consistió en aliarse con determinados grupos indígenas para derrotar a otros. Su relación con una mujer nativa de nombre Malinalli, quien los españoles bautizaron como Marina y que también es conocida como Malinche, le fue de mucha ayuda, pues ella le sirvió como intérprete y con quien tuvo un hijo de nombre Martín.
Cuando Diego Velásquez mandó a sus hombres para aprehender a Cortés, éste se enfrentó a ellos y los derrotó, además de que enroló a la tropa que iba a arrestarlo como refuerzos para su expedición.
Cortés mandó varias cartas al rey Carlos V para que su éxito en la Conquista fuese reconocido, en lugar de ser penalizado por su amotinamiento.
¿Qué recibió Cortés por la Conquista de México?
Al parecer, todo en la vida de Cortés iba muy bien, pues logró su objetivo y gozaba de la riqueza que le dejó la Conquista. Sin embargo, luego de ella, decidió ir a Europa, y cuando regresó a la Nueva España, las cosas comenzaron a complicarse.
Y es que a su regreso, tenía un juicio de residencia para someterlo a una revisión de su papel como gobernante con cargos en su contra. Se decidió destituirlo como dirigente y él fue al continente europeo para hablar directamente con el rey y aclarar todo.
Tenía expectativas altas a su llegada a España, pues pensó que sería recibido como un héroe por la Conquista, sin embargo, no fue como esperaba.
Como consuelo, el emperador Carlos V le otorgó los los títulos de Capitán General de la Nueva España y Marqués del Valle de Oaxaca, pero sin ninguna función para gobernar.