La ONG Human Rights Watch ha acusado a las fuerzas de seguridad venezolanas y a grupos armados aliados del Gobierno de Nicolás Maduro de perpetrar en las últimas semanas una represión “brutal” que ha dado pie a todo tipo de violaciones de los Derechos Humanos, entre ellas asesinatos, detenciones arbitrarias, procedimientos judiciales sin garantías y acoso a disidentes, y ha abogado por una “urgente” respuesta internacional.
“La comunidad internacional debe tomar medidas urgentes para garantizar que los venezolanos puedan protestar pacíficamente y que su voto sea respetado”, ha pedido la directora para las Américas en HRW, Juanita Goebertus, que ha lamentado la creciente represión desde las elecciones presidenciales del 28 de julio.
La ONG ha emplazado a los gobiernos internacionales a exigir la verificación independiente de los resultados de los comicios –el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha publicado las actas con los resultados en detalle– y apoyar los esfuerzos internacionales para garantizar justicia.
Entre los abusos citados por HRW figura la emisión de una orden de captura contra el principal candidato opositor, Edmundo González, investigado por la Fiscalía por la difusión pública de documentos que acreditarían su victoria electoral y cuestionarían por tanto la tesis chavista de que fue Maduro quien se impuso en las urnas el 28 de julio.
Además, la organización ha recibido informaciones “creíbles” relativas a 24 asesinatos cometidos en el marco de las protestas postelectorales, entre ellos el de un miembro de la Guardia Nacional Bolivariana. Según las autoridades, más de 2.400 personas han sido detenidas, mientras que la ONG Foro Penal habla ya de más de 1.500 “presos políticos”.