En América Latina, la libertad de expresión y libertad de prensa enfrentan desafíos sin precedentes en su historia, marcados por la persecución y asesinato de periodistas, la censura gubernamental en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, y las amenazas del crimen organizado.
Jorge Canahuati Larach, ex presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en conversación con Infobae, aseguró que el panorama de los medios de comunicación se complica aún más con el fenómeno de las noticias falsas y la infodemia, propagados a través de las redes sociales, que distorsionan el discurso público y complican el ejercicio periodístico.
Una perspectiva aún más alarmante la ofrecen las elecciones que están por llevarse a cabo en varios países este año, donde varios candidatos eluden el escrutinio mediático comunicándose directamente con el electorado a través de plataformas digitales, creando su propia “realidad” de los hechos, sin que ésta pueda ser contrastada.
Además, la situación revela una paradoja donde, a pesar de la proliferación de canales de comunicación, la libertad de expresión está más limitada que nunca. “No existe”, apunta Canahuati , “una conciencia real sobre el rol de los medios en sostener y dar vida a la democracia”.
Esta crisis no solo afecta a los defensores de la libertad de prensa sino que se extiende a la sociedad en su conjunto, evidenciando un problema que sobrepasa las capacidades individuales de las organizaciones dedicadas a la protección de estos derechos.
– Considerando la importancia de la libertad de prensa para la democracia, ¿cómo valoraría el estado actual de la libertad de prensa en América Latina y qué acciones concretas propone para mejorarla?
No hay duda de que la libertad de expresión y la libertad de prensa, están pasando uno de los momentos más oscuros en la historia latinoamericana. Por muchos años creo que los héroes del periodismo, han sido cuestionados, han sido perseguidos, han sido muchos asesinados, pero la situación de libertad de prensa ahora tiene diferentes enemigos. Evidentemente uno de ellos son los gobiernos que van desde dictatoriales que no permiten que salgan hechos a la luz, dejando de lado la libertad de expresión. Casos como el de Cuba, Venezuela y Nicaragua son los tres principales países que podemos mencionar en esa categoría. Segundo es el tema del crimen organizado, esto es algo que ha traído mucho luto, mucho dolor. Tercero, el tema de la sustentabilidad de los medios, principalmente después de la pandemia, han sido altamente afectados porque hubo un cambio radical que aceleró lo que se iba a vivir en cinco o diez años, se vino en un mes, dos meses y aún cuando hay un poco más de conciencia, no existe la conciencia de los roles de los medios en cómo le dan vida a la democracia.
– Usted acaba de mencionar el caso de Venezuela, Nicaragua y Cuba, ¿cómo valora la situación de la libertad de prensa en esos países, ahora que vienen elecciones en Venezuela, por ejemplo, y qué acciones concretas sugiere para mejorar el escenario de la libertad de expresión?
No hay una palabra que pueda describir la tragedia que existe en estos países por la falta total de libertad de expresión. Con todo y las redes sociales, no existe. El ejercicio es tremendamente limitado. Mi opinión es que esto ya no es un problema que solo le atañe a las organizaciones de libertad de expresión, no solo son los defensores de la libertad de expresión que van a resolver este tipo de situación, creo que va mucho más allá. O sea, nosotros hemos estado en la OEA, hemos estado en el Banco Interamericano de Desarrollo, donde por ejemplo, exigen que cuando se da un empréstito a una empresa, tengan que haber cumplimientos en temas ambientales, pero no los exigen en temas de libertad de expresión. Claro que el medio ambiente es clave para el ser humano, pero ya vimos lo que pasó, que a Nicaragua le dieron empréstitos del Banco Centroamericano de Integración Económica y no hay democracia.
– ¿Cuál es su postura ante las imágenes que recorrieron el mundo de lo que pasó en Ecuador, cuando vimos que grupos del crimen organizado ingresaron a un canal de televisión y tomaron como rehenes a los periodistas, cómo cree que este tipo de actos están afectando el ejercicio periodístico?
El elemento más importante para que estos abusos sucedan es la impunidad, esa impunidad es la que no hay que permitir y es campante. En México, en Honduras, en Brasil, son muy pocos los procesos de investigación para llevar ante la justicia a aquellos que cometen crímenes, no importa que sean militares, que sean miembros del crimen organizado, miembros del gobierno de turno, pero esa impunidad es la que trae consecuencias. Yo no puedo creer que un estado tan rico como México no pueda impedir o buscar llevar a la justicia a los criminales y peor ahora con el presidente AMLO, que todos los días critica de una manera vulgar, porque eso no es estilo, es una desconsideración total, a los medios nacionales e internacionales. Otro tema que incide sobre estos ataques es lo difícil que es que la sociedad entienda la verdadera importancia de la libertad de expresión, porque es hasta que la pierdes que la gente dice ´¡ay, qué lástima que la perdimos!´.
– Ante la alarmante desaparición de medios locales y su impacto en la democracia, ¿qué estrategias concretas propone para fortalecer estos medios fundamentales para las comunidades?
Los números que surgen son dramáticos, tienes a Colombia que tiene el 40% de su territorio sin medios de comunicación locales, Brasil tiene unos 40 millones de personas que no tienen acceso a noticias locales. Estados Unidos ha perdido en los últimos 20 años unos 30 medios de comunicación locales y sigue perdiendo todos los días, las investigaciones han demostrado que cuando no hay medios locales que puedan hacer el escrutinio de los poderes, tanto poder económico como poder político, dos cosas suceden, hay mayores niveles de corrupción, y dos, el ciudadano va a votar en menores cantidades. Estos son estudios que se han hecho en Estados Unidos particularmente, pero no tengo ninguna duda de que afectan a los demás países, ¿Qué es lo que se puede hacer?. Yo creo que la sociedad debe responder apoyando cuando digo la sociedad son los estados, la sociedad de aportantes, las ONGs. Creo que ahí debe de haber un camino a fortalecer estos medios de comunicación. No hablemos de Venezuela donde nada puede subsistir desde el punto de vista de libertad de expresión, lo mismo en Cuba o Nicaragua.
– ¿Cuál es su perspectiva sobre el futuro del periodismo independiente y el desafío de los trabajadores de la prensa en un contexto del desarrollo de la inteligencia artificial?
No hay duda de que, independiente a todo lo que te mencioné que está acosando al periodismo, el futuro tiene muchos retos. Yo en lo particular creo que las tecnologías como la inteligencia artificial deben estar a la orden de los periodistas, no podemos pensar que va a ser una inteligencia artificial la que pueda formar criterios en la gente. Esto es algo que está incipiente, la tecnología puede avanzar, pero el periodismo es humano y el periodismo humano no puede ser sustituido. Entonces debe ser un instrumento que va a facilitar el trabajo de los periodistas, es un instrumento, no es la sustitución de un trabajo. No hay sustituto a que tú te puedas reunir con una persona que te pueda informar. Lo que si puedo decirte es que el debate que hay hoy sobre la inteligencia artificial sobre los medios y la compensación. Creo mucha de su información se alimenta de las noticias de los medios de comunicación y lo que esperamos es que eso pueda ayudar a compensar en parte a los medios.
Fotos: Gastón Taylor