La Autoridad Palestina ha condenado el ataque israelí de este sábado contra un campo de desplazados de Al Mawasi, en el sur de la Franja de Gaza, como “una continuación de una política de genocidio” orquestada por Israel.
El Ejército israelí ha confirmado el ataque — que según el Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás, ha dejado 71 muertos y 289 heridos — como una operación contra el comandante militar de Hamás en la Franja, Mohamed Deif, y el jefe militar de la organización en la cercana ciudad de Jan Yunis, Rafa’a Salamé. No se sabe si están vivos o muertos.
El portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina, ha condenado “una horrible masacre, en la que fueron asesinados cientos de nuestros niños, mujeres y ancianos” y señalado, como ya hiciera Hamás poco después del ataque, como cómplice de lo ocurrido por “insistir en su violación de todas las resoluciones de legitimidad internacional al seguir brindando apoyo con dinero y armas a esta ocupación (Israel), que comete diariamente masacres sangrientas contra nuestro pueblo”.
El portavoz presidencial oficial ha añadido que “sin el apoyo ciego y parcial de Estados Unidos, esta ocupación no habría podido continuar con sus sangrientos crímenes contra nuestro pueblo”, según declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias palestina WAFA.
Jordania, garante de los lugares sagrados de Jerusalén, ha sido uno de los primeros países en reaccionar a lo ocurrido en una condena a “la continuación de su brutal agresión por parte de Israel contra la Franja de Gaza”.
“Es un desafío a la comunidad internacional y a la voluntad internacional que exige el fin de la guerra, el fin de su comisión (de Israel) de crímenes de genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y el fin su obstrucción de la entrada de ayuda humanitaria a la Franja”, añade el Ministerio de Exteriores jordano en un comunicado.