La Casa Blanca anunció este viernes importantes cambios en su equipo de asesores en los asuntos de la inmigración en EEUU, incorporando a destacadas figuras en materia de políticas de control fronterizo.
Blas Nuñez-Neto, procedente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), donde ocupó el cargo de secretario adjunto para la política de frontera e inmigración, y Marcela Escobari, anteriormente a cargo del Buró para América Latina y el Caribe en la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID), se unirán a la mesa de trabajo de la Casa Blanca que promueve herramientas buscando reducir los flujos migratorios.
Este movimiento subraya la estrategia del gobierno de Joe Biden de equilibrar la seguridad fronteriza con la creación de caminos legales para la inmigración segura.
Núñez-Neto, quien emigró de Argentina a Estados Unidos en su infancia, ha sido una figura clave en la articulación de políticas de la materia consideradas de “término medio”, entre las que se encuentran la gestión del fin del Título 42 y la facilitación de entrada a inmigrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití bajo ciertas condiciones.
El ex Subsecretario de Política Fronteriza y de Inmigración ve la llegada de extranjeros como una cuestión vital para el país pero entiende las crecientes tensiones dada la falta de medidas adaptadas a los tiempos que corren, con las últimas modificaciones realizadas con la reforma de 1986, durante la presidencia de Ronald Reagan. Es por ello que se sumará a la mesa de trabajo para intentar cambiar este escenario y contribuir con su historial en la materia.
Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, elogió su profundo conocimiento y experiencia, anticipando una colaboración continua en su nuevo rol en la Casa Blanca.
“Blas Núñez-Neto es un colega de gran talento y dedicación. Con un gran conocimiento de la política de inmigración y una profunda experiencia en relaciones exteriores, aporta una perspectiva única e inestimable a algunas de las cuestiones más complejas a las que nos enfrentamos. Es profundamente admirado y querido y, aunque le echaremos de menos aquí en el DHS, esperamos trabajar estrechamente con él en su merecido nuevo papel en la Casa Blanca”, dijo Mayorkas en un comunicado mientras desde la Casa Blanca también sumaron su cálida bienvenida.
“Estamos deseando que el subsecretario del DHS, Blas Núñez-Neto, se una a la Casa Blanca y continúe su trabajo implementando la visión de la Administración en los ámbitos de la seguridad fronteriza y la inmigración”, sumó el portavoz de la Casa Blanca, Angelo Fernández Hernández.
Por su parte, Marcela Escobari, nacida en Bolivia, destaca por su trabajo en USAID gestionando la respuesta regional al desplazamiento de millones y enfrentándose a retos significativos como las presiones políticas durante la administración Trump y la respuesta a los desafíos económicos post-pandemia en América Latina.
En la USAID inició sus tareas para el abordaje efectivo de los desafíos de desarrollo en América Latina y el Caribe desde una visión amplia e inclusiva. Su enfoque en promover un crecimiento sostenible en la región refleja la importancia de enfocarse en las causas fundamentales de la migración y fortalecer las economías locales.
Ahora, llega para sustituir a Katie Tobin, la ex asesora en la materia del Consejo de Seguridad Nacional, que en enero anunció su renuncia.
“Marcela ha tenido un tremendo impacto en el trabajo de USAID en América Latina y el Caribe. Estamos agradecidos de que lleve su visión y su compromiso con USAID a la Casa Blanca donde, sin duda, trabajará incansablemente para impulsar el cambio de políticas”, comentó Dennis Vega, subadministrador interino de USAID.
Estas incorporaciones en el equipo de asesores de inmigración de la Casa Blanca también se produce en un contexto de tensiones y desafíos en la gestión migratoria, tanto a nivel doméstico como en la relación con países del continente americano, incluido México bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La nueva función de Escobari involucrará interacciones con el gobierno de López Obrador, especialmente en políticas de desarrollo, un área donde la administración Biden ha mostrado disposición a adoptar un enfoque humanitario, reconociendo al mismo tiempo la cooperación de México en materia de control fronterizo.
Tras el anuncio, la Casa Blanca difundió un comunicado en el que reiteró su optimismo sobre las contribuciones que Núñez-Neto y Escobari aportarán a sus nuevos cargos, destacando su experiencia y compromiso con una política de inmigración equilibrada y humanitaria. “La Administración seguirá luchando para arreglar el sistema de inmigración roto y para presionar a los republicanos en el Congreso para que aprueben el histórico acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza que rechazaron por razones políticas partidistas”, concluyeron.