El público comenzó a adorar a Leighton Meester gracias a su papel como Blair Waldorf en Gossip Girl, la exitosa serie de televisión de The CW emitida entre 2007 y 2012. El personaje de Blair le abrió las puertas a ser una auténtica estrella del mundo del entretenimiento, por lo que tras su participación en la serie le llovieron papeles en películas adolescentes como “Princesa por accidente”, comedias como “Ese es mi hijo” con Adam Sandler, dramas como El juez e incluso se aventuró a realizar trabajos en la música y sobre los escenarios de Broadway. Pero antes de todo eso, su vida no fue precisamente fácil: tuvo que afrontar una situación familiar muy complicada…
Nacida en 1986, Leighton tuvo un comienzo que podría haber predicho un destino muy distinto. Constance Lynn, su madre, fue arrestada mientras estaba embarazada de ella, involucrada en una red de tráfico de drogas junto con Douglas Jay Meester, el padre de Leighton. Constance dio a luz a Leighton en prisión, y la pequeña pasó sus primeros meses en un orfanato. La mayoría de sus familiares, incluidos su tía y su abuelo materno, también estaban encarcelados por sus vínculos con la banda de narcotraficantes.
Finalmente, Leighton fue entregada a su abuela. “Mi familia tiene una historia loca. Probablemente la más loca de la que he oído hablar”, confesó la actriz en una entrevista con Marie Claire en 2012. Leighton no guarda rencor hacia su familia. “No puedo juzgar a mi madre por lo que hizo antes de que yo naciera. Ella y mi padre son buenas personas”, explicó, reflejando una comprensión profunda y madura de su complicada herencia. “Miro hacia atrás ahora y lo veo con buenos ojos. No fue sencillo, pero jugué, fui a la playa…. Hubo momentos felices y divertidos”, recordó.
A pesar de estos inicios tumultuosos, Leighton encontró en su familia un apoyo crucial para perseguir su sueño de convertirse en actriz y modelo. Con el tiempo, su talento y determinación la llevaron a Nueva York y posteriormente a Los Ángeles. Apareció en series como La ley y el orden, House y CSI: Miami, pero fue en 2007 cuando su vida cambió al conseguir el papel de Blair Waldorf en Gossip Girl. Stephanie Savage, productora ejecutiva de la serie, mencionó en una entrevista con Cosmopolitan que la historia personal de Meester y su energía fueron factores decisivos en su elección.
El ascenso al estrellato de Meester, sin embargo, no estuvo exento de conflictos. A medida que su fama crecía, su relación con su madre se deterioraba. Leighton se había comprometido a enviarle a su madre USD 7.500 mensuales para los gastos médicos de su hermano menor, pero descubrió que Constance usaba el dinero para cirugías estéticas. Esto llevó a una amarga batalla legal. Su madre la demandó, alegando que tenían un acuerdo verbal para recibir USD 10.000 mensuales. Además, exigió más dinero, argumentando que había sacrificado su propia felicidad y estabilidad para apoyar la carrera de su hija.
Meester ganó la demanda, pero la disputa pública dañó profundamente su relación. Constance afirmó en InTouch en 2014 que su hija la había dejado en una situación económica y de salud precaria. “Sabía que iba a ser una estrella y dediqué mi vida a asegurarme de que eso sucediera”, dijo Constance, revelando que incluso había trabajado como bailarina exótica para llegar a fin de mes.
Resiliencia y reinvención
Tras la amarga disputa legal con su madre, Meester tomó medidas significativas para reconstruir su vida y su carrera. Decidió alejarse del tumulto familiar y enfocarse en su bienestar emocional y profesional. “Fue un momento muy difícil para mí, pero sabía que debía seguir adelante”, mencionó en una entrevista posterior. Leighton buscó apoyo en amigos cercanos y en su esposo, el actor Adam Brody, con quien se casó en 2014. La pareja ha mantenido un perfil bajo, centrando su vida en la privacidad y en la crianza de sus hijos.
En términos de su carrera, se aventuró más allá del papel que la hizo famosa. Protagonizó películas independientes como “Life Partners” y se unió al elenco de la serie “Making History” en 2017. También incursionó en la música, lanzando su álbum debut “Heartstrings” en 2014, que recibió elogios por su honestidad y autenticidad.
En 2019, volvió a la televisión con la serie “Single Parents”, donde su papel como Angie D’Amato recibió aplausos por su naturalidad y carisma. “Me siento afortunada de haber encontrado personajes que me desafían y me permiten crecer como actriz”, expresó en una entrevista con Variety.
Meester también ha participado activamente en causas benéficas, apoyando organizaciones que trabajan con niños desfavorecidos y promoviendo la educación y el bienestar emocional. “Quiero usar mi voz y mi experiencia para hacer una diferencia”, afirmó.