Nayaj Gámez Pumadara ha tomado una decisión valiente al confirmar su participación en el Miss Perú 2024, certamen que busca a la siguiente representante nacional en el Miss Universo. Con un nombre ancestral que significa “la que va a triunfar”, la modelo peruana se convierte en la segunda candidata de talla grande en la historia del concurso de belleza, siguiendo los pasos de la salsera Mirella Paz.
A pesar de haberse graduado de la carrera de Ingeniería Ambiental en la Universidad Científica del Sur, Nayaj Gámez destacó desde una temprana edad por su inclinación hacia el arte. Estudió canto, baile y actuación; y estaba al día en las últimas tendencias de moda; pasiones que heredó de su padre, el fallecido comediante ‘Gato’ Abad.
“Mi padre era mejor amigo de grandes diseñadores colombianos, como Óscar de la Renta. Él me enseñó a no ver el arte como algo banal, sino como algo con lo que puedes comunicar tu personalidad”, comentó a Infobae Perú sobre las enseñanzas de su padre, quien murió en el 2020 tras varios días de estar internado en el Hospital María Auxiliadora a causa del coronavirus.
La aspirante a la corona del Miss Perú inició trabajando como maquilladora, lo que la ayudó a financiar su carrera universitaria; y luego dedicó su tiempo a desarrollarse como ingeniera en una empresa relacionada con la fibra óptica. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado en el 2019, cuando sufrió un accidente automovilístico. Un evento que cambió su cuerpo para siempre.
“Nunca fui una mujer de talla grande en mi adolescencia. Aunque pasé por muchos procesos de TA (trastornos alimenticios), no era de talla grande… hasta que pasó mi accidente y quedé postrada en cama. No podía caminar ni hablar, tenía Parkinson, quedé muy mal. Por estar así mi cuerpo cambió y eso me afectó bastante. Empecé a deprimirme”, relató a este medio.
Su llegada al Miss Perú
En medio de su lento proceso de recuperación, Nayaj Gámez volvió a trabajar como maquilladora para solventar algunos de sus gastos. En una sesión de fotos particularmente agitada, en la que había sido contratado para maquillar a las modelos, se encontró con un desafío inesperado que marcaría un antes y un después en su carrera.
“Una modelo faltó y me preguntaron si no quería reemplazarla. Les dije que no sabía nada de modelaje. Insistieron si yo podía intentarlo. Y bueno, al final quedé en el centro de la sesión y la foto se hizo viral. Me comenzaron a llamarme varias marcas. Ahí yo dije: tengo que estudiar modelaje, y así lo hice”, detalló.
Según cuenta, una vez se decidió por trabajar profesionalmente como modelaje, enfrentó diversos obstáculos en sus primeros proyectos. “Es difícil sentirte cómoda frente a una cámara, sobre todo porque mi cuerpo había cambiado. Por eso tuve que pasar por todo un proceso de autoconocimiento para comenzar a sentirme bien conmigo misma”, indicó Gámez.
“Creo que tenía un falso empoderamiento hasta ese momento. La realidad es que no siempre te tienes que sentir positiva ni cómoda con tu propio cuerpo. Uno no siempre se siente de esa manera, hay momentos en los que te vas a sentir mal. En ese proceso, tuve que comenzar a incomodarme para luego sentirme cómoda conmigo misma”, complementó.
A medida que su nombre comenzó a resonar en la industria, los organizadores del Miss Curvy Perú, certamen que promueve el empoderamiento de mujeres de tallas grandes, se pusieron en contacto con Nayaj Gámez para sugerirle que se presentara en el concurso de belleza. Y así fue, aunque su familia no estuviera del todo de acuerdo al inicio.
“Para ellos fue complicado. Como en mi familia son artistas, están acostumbrados a este estándar hegemónico de belleza. Me decían cosas como: «Tienes que respetar al público y tener este tipo de cuerpo». Pero con el paso del tiempo, cuando empezaron a ver mi trabajo y que yo estaba sanando, se dieron cuenta que era valioso. Y es que la sociedad nos dice todo el tiempo que tenemos que ser delgados y jóvenes, pero lo único certero es que nuestro cuerpo va a cambiar a lo largo del tiempo”, sostuvo.
Ya en el certamen, Nayaj destacó sobre las demás candidatas no solo por su belleza y seguridad en la pasarela, sino por su mensaje de empoderamiento. “Sentía que no tenía competencia, sino que la competencia era contra mí misma, contra mis propios miedos e inseguridades. Salí de mi zona de confort y creo que eso me hizo una mejor mujer, y eso fue algo que a los de la organización les gustó”, señaló Gámez, quien ha ostentado el título de Miss Curvy Perú dos ediciones seguidas.
Con la corona ya colocada sobre su cabeza y bajo las nuevas reglas del Miss Universo, fueron los missólogos quienes persuadieron a Jessica Newton, directora de Miss Perú, para que una modelo de talla grande sea incluida en el concurso nacional, que por primera vez en su historia será abierto al público. La madre de Cassandra Sánchez de la Madrid no tardó en comunicarse con la organización del Miss Curvy Perú.
“Cuando vi a Jessica fue súper emocionante, es una persona que respeto muchísimo por todo el legado que ha dejado en los certámenes de belleza. Ha cambiado el enfoque del Miss Perú porque no solamente prepara mujeres bellísimas, sino también mujeres que tienen proyectos sociales bastante fuertes… Cuando la conocí, me dijo que estaba sorprendida, que no esperaba que estuviera tan preparada. Me recomendó que disfrutara todo el proceso, y eso es justamente lo que estoy haciendo”, explicó Nayaj.
Su respuesta a los ‘haters’
Nayaj Gámez es consciente que su participación en el Miss Perú 2024 ha desatado una serie de críticas en redes sociales, principalmente porque se trata de una competencia que tradicionalmente premia a la mujer más bella bajo estándares convencionales. A pesar de la controversia y los comentarios adversos, Gámez se ha mantenido firme y decidida, eligiendo ignorar los malos comentarios en su contra.
“Yo no respondo desde el odio. Muchas veces las opiniones son desde la desinformación. Entonces yo siempre voy a estar abierta a un debate respetuoso, lo hago también para que las chicas vean que una palabra no me define. La palabra gorda tiene una connotación negativa a lo largo del tiempo, pero simplemente es un adjetivo que describe una característica física. Yo tengo en claro la persona que soy y cuán valiosa soy”, dijo.
Por otro lado, ante la posibilidad de que Magaly Medina, a quien define como “una persona inteligente que ha sabido construir su carrera”, cuestione su participación en el concurso de belleza, ella señala: “Estoy preparada. Los comentarios, ya sea desde cualquier perspectiva, siempre se pueden debatir en un ambiente de respeto y conocimiento”.
“Siento que si Magaly tiene un lugar dentro de la televisión, es también para empoderar a otras mujeres. Creo que entenderá el mensaje que hay detrás de todo esto. Y si no piensa igual que yo, está bien y respeto su opinión”, añadió.
Mirella Paz y el Miss Universo
Para Nayaj Gámez, la salsera Mirella Paz marcó un hito al convertirse en la primera candidata de talla grande en competir en el Miss Perú 2016. “Yo no podría estar acá sin ella”, afirmó la modelo, afirmando también que se diferenciara de la cantante por el enfoque de su postulación. “El concurso no se debe centrar en mí, sino en las miles de niñas y miles de mujeres que se puedan sentir representadas a partir de mi participación”, dijo.
Por otro lado, la candidata al título nacional reveló que Jane Dipika Garrett, la emblemática Miss Nepal que compitió en la más reciente edición de Miss Universo, es otra de sus grandes fuentes de inspiración. Ambas lograron conversar en su momento, lo que alimentó el sueño de Nayaj por representar a Perú en el certamen de belleza más importante del mundo.
“Es una mujer espectacular, no dejó que el odio le afectara, salió adelante y dio un performance alucinante. Hablé con ella y es muy linda, es una inspiración para mí y para mujeres mujeres”, resaltó.
Finalmente, Nayaj Gámez aseguró sentirse “preparada para pisar cualquier escenario que se me ponga al frente y para conquistar a las personas con un mensaje de empoderamiento y aceptación”.
“Yo realmente quiero que las mujeres alrededor del mundo comiencen a entender que nuestros cuerpos no definen nuestro valor. Que realmente somos hermosas sin importar la talla que tengamos. Y que no se sientan presionadas a cumplir con un estándar de belleza. Una mujer que se ama no está enfocada en hacerle daño a otra. Una mujer que se ama está enfocada en cumplir sus sueños, en lograr sus metas y en generar un impacto positivo en la sociedad”, sentenció.