Los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) se implementaron por primera vez en Perú en el 2009 con la fundación del Colegio Mayor secundario Presidente del Perú (CMSPP), ubicado en Huampaní, Lima. A la fecha, existen 25 sedes a nivel nacional, con una población de 7500 alumnos. Recientemente, el Colegio de Alto Rendimiento de Arequipa hizo noticia por haber sido seleccionado entre los 10 mejores colegios a nivel global en la categoría Colaboración Comunitaria por el T4, una plataforma de alcance mundial que agrupa a más de 200 mil maestros de 100 nacionalidades, cuyo objetivo es el fortalecimiento de las escuelas.
Independientemente del resultado final, esta nominación representa un gran aliciente para este modelo educativo que, en menos de dos décadas, ha permitido que miles de destacados estudiantes accedan a una educación de calidad y con impacto en sus carreras profesionales, sin importar su condición social, premiando el talento y la dedicación. En otras palabras, se ha dado un fomento a la meritocracia, una condición que se da muy poco en el país, tanto en la esfera pública como en la privada.
Por ello, en este artículo, quisiera reflexionar sobre cómo se podría potenciar este modelo educativo, para que más jóvenes puedan verse beneficiados y la cantera de talento (en palabras de Jaime Saavedra, director Global de Educación del Banco Mundial) se expanda, considerando la brecha de perfiles profesionales demandados por las empresas y lo que ofrece el mercado actualmente, así como la fuga de talento que se ha dado en el último lustro.
Búsqueda de más talentos
Si bien los COAR pertenecen a un modelo que no está concebido para estar al alcance de todos los estudiantes, sino de solo los mejores, es importante que pueda incrementarse el número de talentos beneficiarios. Para cumplir ello, se puede ampliar estratégicamente su alcance a través de la identificación de las ciudades con mayor demanda. Para ello se necesitaría realizar estudios educativos y demográficos para determinar áreas con alta demanda y potencial académico. Aquí también tendría que priorizarse aquellas ciudades con mayores brechas educativas, pero con muchos estudiantes talentosos. Una opción interesante podría ser el desarrollo de sedes especializadas para el fomento de conocimiento específico (ciencia y tecnología, artes, humanidades, etc.).
Seguimiento y monitoreo de la excelencia académica
Para que la ampliación de los COAR sea exitosa, es recomendable que el proceso se realice de forma gradual. De esta forma, se puede comenzar con proyectos piloto donde se pueda observar de cerca el desempeño académico y la gestión de cada nueva sede para garantizar la calidad educativa y el cumplimiento de los estándares de excelencia. Asimismo, se tiene que garantizar que los procesos de admisión sigan siendo selectivos y rigurosos, evaluando tanto el rendimiento académico como el potencial y las habilidades de los estudiantes.
Mantener la selectividad
Si bien el ser selectivo puede ser visto como un aspecto negativo, en este caso existe una necesidad para preservar el ADN de este modelo educativo centrado en la excelencia académica, donde se premia al mejor talento. Es así como se requiere que tanto los actuales COAR como los futuros mantengan procesos de admisión rigurosos y que evalúen tanto el rendimiento académico como el potencial de los estudiantes.
Ahora, también es importante que se puedan implementar programas de enriquecimiento para estudiantes que demuestren potencial y que no ingresen a los COAR, ofreciendo caminos alternativos de desarrollo académico.
Alianzas ganadoras
La creación de alianzas con el sector privado u organizaciones internacionales para obtener recursos, tecnología y experiencias adicionales (mentoring, acceso a incubadoras de negocios, etc.) sería muy beneficioso para respaldar la creación de nuevas sedes, así como para potenciar a las existentes. Mientras haya un mayor involucramiento con el mundo empresarial, los estudiantes podrán tener un aprendizaje mucho más práctico y con oportunidades tangibles de desarrollo profesional.
Estas propuestas buscan contribuir al debate sobre cómo se puede potenciar el modelo COAR, permitiendo que se mantenga su excelencia y se garantice al mismo tiempo que estos establecimientos continúen siendo un modelo educativo de primer nivel, adecuado para los estudiantes más talentosos del país y creando una fuerza laboral excepcional que mejore nuestras empresas y entidades públicas para beneficio de la sociedad.
