A pocos días de que termine junio y arranque el segundo semestre, en la industria se preguntan cuándo llegará la tan deseada recuperación de la actividad, que por ahora no ven o, en algunos casos, observan muy tímidamente. Los empresarios tienen claro que el rebote no será en V y lo que ahora desean es que no se transforme en una L, que implicaría un estancamiento productivo hasta fin de año.
El último dato del Indice de Producción Industrial (IPI) del Indec es de abril y si bien mostró una contracción interanual del 16,6%, en la medición desestacionalizada registró un crecimiento de 1,8% respecto de marzo. Todavía el organismo oficial no dio a conocer el número de mayo, pero el índice que publica la consultora Orlando Ferreres & Asociados marcó una caída interanual de la industria de 9,8% y de 1% versus abril. Consultadas varias empresas, la situación es dispar, pero las que acusan un repunte en mayo, o incluso este mes, sostienen que es muy leve y que no llega a traducirse en una tendencia clara. Hacia adelante, las expectativas son positivas pero moderadas. Los empresarios esperan que junio haya marcado un piso en términos productivos y que a partir de julio pueda empezar a verse una recuperación.
“La expectativa hacia adelante es seguir a flote. No vemos muchos brotes verdes en el segundo semestre”, señalaron desde Afarte
Los sectores que se vieron apalancados por el hot sale el mes pasado, como línea blanca y electrónica, registraron una mayor actividad que la del pobrísimo primer trimestre, pero no fueron números para descorchar, afirman en la industria. “Tuvimos un pequeño repunte en mayo, pero que significa que en lugar de estar cinco metros abajo del agua estamos tres. En cuanto a junio, está más tranquilo de lo que esperábamos; se estancó”, afirmó el presidente de la Cámara de Fabricantes de Electrodomésticos (Cafed) y directivo de Mabe, Alejandro Iglesias. Concretamente, de una caída promedio en el primer trimestre de 45% de la producción, hoy es de 40%, o en algunos productos, del 35%.
En cuanto a qué proyectan para el segundo semestre, el ejecutivo sostuvo que las empresas siguen con un gran nivel de preocupación, expectantes a lo que suceda hoy con la Ley Bases y esperando que crezca la demanda. “Luego vendrá la inquietud por quién se queda con ese crecimiento del mercado”, agregó, en alusión a lo que pueda suceder con las importaciones tras la quita del impuesto PAIS y del fin de las restricciones para pagar al exterior.
Desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) coincidieron en que mayo resultó algo mejor que el mes anterior y, especialmente, que el primer trimestre, cuando el sector registró caídas de la producción de entre 45% y 70%, según los productos. La producción de celulares fue la más afectada y fue la que, a diferencia de aires acondicionados y televisores, tuvo una contracción el mes pasado del 16% versus los aparatos fabricados en abril. “La expectativa hacia adelante es seguir a flote. No vemos muchos brotes verdes en el segundo semestre”, señalaron desde la entidad.
El sector alimenticio tuvo en junio su peor caída interanual en lo que va del año (en torno al 10%, según fuentes de la industria) y esta baja en el nivel de producción está en línea con la contracción del consumo masivo, que ronda esos valores en grandes supermercados y autoservicios. Algunas categorías, las más básicas, sostienen los volúmenes del año pasado, pero otros registran bajas de hasta 30%, como el caso de las bebidas alcohólicas. Las empresas esperan que el cobro del medio aguinaldo dinamice algo el consumo pero la contrapartida será la restitución del impuesto a las Ganancias para un sector de los trabajadores, si la reforma finalmente se incluye en la “ley Bases”. Como en otros rubros, en la alimentación esperan que junio haya sido el piso para luego comenzar a rebotar, pero son más anhelos que expectativas concretas de que pueda suceder.
La producción automotriz en mayo no tuvo la misma suerte que otros sectores, ya que no sólo no registró aunque sea un repunte leve sino que cayó casi 28% respecto del mismo mes del año pasado y 10,6% en relación con abril
Martín Cabrales, dueño de la marca de café que lleva su nombre, detalló que su rubro tiene distintos nichos y que en algunos se percibe una caída, mientras que en otros, una recuperación. “El segmento que es gastronómico se mantiene y dentro del hogar se está consumiendo más el producto con cápsulas y los cafés tostados. Hacia adelante, espero una reactivación, que difícilmente sea en V, pero espero que la actividad no siga cayendo”, enfatizó el industrial marplatense. Desde el sector porcino y de embutidos, Gustavo Lazzari, dueño del Frigorífico Cárdenas, detalló que la actividad de junio fue prácticamente igual a la de mayo y que en términos interanuales representa un 10% de disminución. “Estamos 10% abajo nosotros, 8% la carne vacuna y 0,5% los avícolas. La gente se fue a la proteína más barata. No sé cuándo va a levantar, pero ya la actividad está haciendo el recorrido plano”, expresó el industrial.
La producción automotriz en mayo no tuvo la misma suerte que otros sectores, ya que no sólo no registró aunque sea un repunte leve sino que cayó casi 28% respecto del mismo mes del año pasado y 10,6% en relación con abril. En total, el sector fabricó 38.440 unidades en mayo, de las cuales comercializó a la red de concesionarios 27.851, de acuerdo con el informe de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). Los autopartistas venden a las terminales y también fabrican piezas para el mercado de reposición, que también tuvo una caída en las ventas del 25%. Por ende, el escenario para estas empresas, muchas de las cuales son pymes, depende de lo que suceda en estos dos mercados. “La actividad dejó de caer, pero quedó en un nivel muy bajo. Los empresarios están esperando a que se reacomode la macro, pero también medidas para el sector productivo”, dijo una fuente de la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (Afac).
Por su parte, el empresario del sector de pinturas y Tesorero de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Mariano Ferrazini, también se mostró pesimista con respecto a los niveles de actividad: “La industria sigue sin moverse. En algunos rubros empieza a notarse que la caída se detuvo o se desacelera, pero el nivel de actividad es bajo. Los sectores más complicados son los ligados a la construcción y línea blanca, mientras que los más dinámicos son los vinculados con el petróleo y gas y el agro”, dijo el santafesino. Respecto de su empresa, Ferrazini afirmó que pasó de una caída interanual de la producción del 40% en marzo al 30% hoy, lo cual representa claramente una desaceleración, pero aún la situación es crítica y no se avizora un panorama alentador hacia adelante, consideró el empresario.