La madre de Manuela Chavero, Virtudes Manuela Valiente Villalba, ha aseverado este lunes en el juicio que se sigue por la muerte de su hija: “se me ha ido la mitad de mi vida con ella, yo ya no soy ni la mitad de lo que era”.
Virtudes Valiente se ha pronunciado de esta forma en la tarde de este lunes en el juicio que se ha iniciado en la Audiencia Provincial de Badajoz por el asesinato de su hija, Manuela Chavero, con un único acusado, Eugenio Delgado.
Durante su declaración, al borde del llanto en todo momento, la madre de Manuela Chavero ha aseverado que la relación que tenía con su hija era “buenísima, buenísima”, y la ha calificado de “simpatiquísima, agradable, se me ha ido media vida con ella”, tras lo que ha señalado que era “confiada, confiaba en la gente”.
A pregunta de su abogado, Virtudes Valiente ha asegurado que su hija “nunca jamás en la vida” le había hablado de Eugenio, un vecino de la localidad al que ella tampoco conocía personalmente, sino que “le conocía de verlo con el padre”, ha dicho “Yo no había hablado nunca jamás en la vida con ese niño, con el padre había hablado algunas veces, mucho tiempo, adiós y con dios y ya está”, ha apuntado.
Según ha relatado, se enteró de la desaparición de su hija al día siguiente, cuando llamó una amiga de su hija para decirles que Manuela “no aparece, ni contesta, ni nada, y la luz está encendida”, por lo que el hermano “alarmado”, que tenía llave, abrió la puerta, y “vimos la luz encendida, el teléfono y que nada más que tenía la llave una vuelta”, que era porque “iba a volver pronto”.
Virtudes ha relatado que vivió la desaparición de su hija “fatal”, ya que estuvo “tres años sin salir de casa”, en los que los vecinos le hacían los recados, y el médico le recetaba tranquilizantes “por teléfono, porque yo no iba allí tampoco”.
Respecto al padre de Manuela Chavero, fallecido el pasado año, Virtudes Valiente ha lamentado que “falleció sin saber que se hacía justicia a su hija”.
A preguntas de su abogada, la madre de Manuela Chavero ha asegurado que se encuentra “muy mal, muy mal, cada vez peor, cada día peor”, y consume diariamente tranquilizantes, tras lo que ha concluido su declaración rompiendo a llorar.
DECLARACIÓN DEL HIJO DE MANUELA
También en la sesión de este lunes ha declarado el hijo de Manuela Chavero, Adrián García Chavero, de 22 años, y que cuando desapareció su madre en 2016 tenía 14 años, y estaba pasando las vacaciones con su padre en Sevilla.
El hijo de Manuela Chavero ha señalado que no recuerda “muy bien” a Eugenio Delgado, aunque ha apuntado que “puede ser” que alguna vez jugaran a la consola en su casa, ha dicho que creo recordar que alguna vez lo había visto en su casa, pero no sabe qué relación tenía su madre.
Adrián García ha confirmado también que la misma noche que desapareció su madre, había estado hablando con ella a través de Whatsapp hasta la 1,30 aproximadamente.
EXMARIDO DICE QUE “NO PODÍA PISAR EL PUEBLO”
Por su parte, el exmarido de Manuela Chavero, Feliciano García Barragán, ha declarado también como representante legal de la hija la víctima, que es menor de edad, y ha relatado que cuando ocurrieron los hechos él estaba en Sevilla, donde reside.
García ha señalado que conocía al acusado “de niño, cuando era niño” ya que luego él se marcho del pueblo a Sevilla y ya no lo veía, tras lo que ha confirmado que la cuna que Manuela Chavero dejó al acusado era la que tenían en la casa de la playa, que “se quedó en la casa” cuando se divorciaron.
El exmarido ha confirmado que estuvo investigado por este caso, y ha señalado que el acusado estaba en el pueblo y “me imagino” que tendría constancia de que le estaba investigando, tras lo que ha aseverado que después de desaparecer Manuela Chavero sí ha visto a Eugenio Delgado “con el coche para arriba y para abajo”.
Al estar investigado “yo no podía pisar el pueblo como aquel que dice, porque todo el mundo estaba en mi contra, tenía que ir a ver a mis padres e iba por eso nada más”, ha concluido García en su declaración.