La joven que fue abusada sexualmente el pasado 26 de abril en uno de los baños del Hospital Fernández, en Palermo, contó en las últimas horas la pesadilla en que se convirtió su día a día. Además, pidió que la justicia condene al hombre que se encuentra detenido e imputado por el hecho.
“Tengo miedo de todo. ¿Cómo voy a estar tranquila, si tenía un montón de antecedentes penales y estaba libre?, se indignó la empleada del centro de salud de 23 años, quien además es madre de dos nenes (8 y 5 años). “¿Qué garantía tengo yo de que va a haber justicia?”, cuestionó en diálogo con TN.
La trabajadora del nosocomio, en declaraciones que le brindó a Crónica, relató la escena de terror que vivió aquel día: “Escuché que entró alguien al baño de al lado y, cuando estoy por salir, me aborda, me pone el cuchillo en el cuello, dice que me calle y me mete en el box donde estaba yo”.
“Yo le pedía que por favor no me haga nada, que tengo hijos, yo pensé que solo quería robarme, pero me pidió que me baje la ropa e hizo conmigo lo que quiso. Amenazó con matarme, yo creí que me iba a matar”, agregó, aún conmocionada.
Luego, el delincuente escapó: “Él estaba tranquilo, entendía todo. Me decía que no le importaba ir preso”. Lo curioso fue que el abusador volvió al lugar de los hechos, donde fue identificado e inmediatamente detenido. De acuerdo a las fuentes consultadas por Infobae, el hombre de 29 años vivía en situación de calle y contaba con un prontuario delictivo con hechos que datan desde 2019. Incluso tenía en su poder la tijera con la que había amenazado a la joven. Ahora está imputado por abuso sexual con acceso carnal.
Por tal motivo, pese a que el sospechoso está detenido por el caso de abuso sexual, la empleada del Fernández reveló que continúa bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico tras la agresión que sufrió: “Tengo que tomar pastillas para todo. Para dormir, para salir de la cama, y ni así puedo lograrlo. Hoy tengo que enfrentarme todos los días a mi cabeza. Yo era una persona re sociable, hoy no puedo salir sola de mi casa”.
La joven arremetió contra su agresor: “Él está como si nada, tomando mate en la celda, mientras yo estoy viviendo un infierno. Revivo esa situación todo el tiempo. Hoy no puedo ser madre, no tengo fuerza para levantarme de la cama”.
“A mí me soltaron la mano, no me cuidó nadie. Yo sé que acá en Argentina los presos viven bien, con privilegios, tienen wifi y comida, mientras yo vivo un calvario todos los días”, resaltó.
Al respecto, Marcela, la mamá de la víctima, enfatizó: “Lo que le pasó a mi hija nos partió al medio, nos mató en vida”. “Pido justicia por mi hija, que no digan que es una loca. Y que las cosas en el hospital cambien, porque no hay seguridad”.
Aquel día, cuando se dieron a conocer los antecedentes del violador, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, puso el foco en la Ley de Reiterancia: “Es la herramienta para que estos delincuentes estén donde tienen que estar, presos. Ni en la calle ni refugiados en las ranchadas. En la Ciudad tenemos que poder salir tranquilos a la calle y disfrutar del espacio público seguro y ordenado”.
Los antecedentes del agresor
El hombre de 29 años cuenta con varias detenciones por diversos delitos en los últimos cinco años. A fines de 2019, estuvo involucrado en un caso por lesiones leves en el marco de violencia de género. También pasó por esa situación en junio de 2021. Mientras que en agosto de ese mismo año fue imputado por lesiones leves y daño.
Asimismo, entre febrero de 2020 y septiembre de 2021 sumó cinco causas por tenencia de drogas. En septiembre del 2022 había sido detenido por última vez, por un robo. El acusado, que tiene domicilio registrado en el barrio porteño de Retiro, vivía en situación de calle antes de su detención.
