La representante especial del secretario general de la ONU para la Infancia y Conflictos Armados, Virginia Gamba, ha advertido este martes sobre la “difícil situación de los niños” en la Franja de Gaza, en Cisjordania, en Israel y en Líbano, especialmente tras la intensificación de los enfrentamientos entre el partido-milicia chií Hezbolá y el Ejército israelí.
“Se ha asesinado a niños, se los ha mutilado y miles de ellos han sido desplazados, y las escuelas y los centros médicos han sido cerrados, dañados o destruidos, lo que hace que su seguridad física y su bienestar estén constantemente amenazados por el conflicto”, ha asegurado Gamba, según un comunicado de su Oficina.
En ese sentido, ha mostrado su preocupación por el “creciente número de víctimas civiles”, entre ellos niños y trabajadores humanitarios, por lo que ha instado a todas las partes implicadas a implementar un alto el fuego “de forma inmediata”.
“La violencia debe terminar por el bien de los niños. Los intereses políticos y militares no deben primar sobre la vida, la seguridad y el futuro de los niños en la Cisjordania ocupada, Gaza, Israel y Líbano. Poner fin a las hostilidades y fomentar el diálogo son las mejores soluciones para proteger a los niños del uso y abuso por, en y para los conflictos armados”, ha añadido.
Por último, ha expresado la necesidad de “recordar que la protección de los niños debe ser una prioridad” en un momento en el que las partes “no pueden encontrar un terreno común para una solución pacífica”, en el que “los objetivos militares eclipsan las preocupaciones humanitarias” y cuando la guerra “desarraiga a comunidades enteras”.
Las hostilidades en la región estallaron después de que Hamás y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los ataques del 7 de octubre, denominados ‘Inundación de Al Aqsa’ por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los hutíes de Yemen y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel –que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen– en respuesta a su ofensiva contra Gaza.