En medio de su batalla contra una grave enfermedad, Halsey, la reconocida estrella del pop, encontró un refugio en un mundo de fantasía en miniatura. La cantante, conocida por éxitos como “Without Me” y “Bad at Love”, se adentró en la construcción de casas de muñecas en miniatura como una forma de canalizar su creatividad y sobrellevar los duros momentos que vivía.
Este peculiar pasatiempo surgió mientras lidiaba con un trastorno linfoproliferativo de células T, así como con el lupus eritematoso sistémico (LES), dos enfermedades autoinmunes que afectaron tanto su salud física como emocional. En una entrevista con la revista Paper dijo que crear estos pequeños mundos paralelos le permitió mantener su mente ocupada y evitar la soledad.
El impacto de la enfermedad
El lupus y el trastorno linfoproliferativo que sufre la artista son enfermedades autoinmunes crónicas, lo que significa que afectarán su vida de manera permanente. El lupus, una enfermedad que también afecta a otras celebridades como Selena Gomez, puede causar inflamación en órganos vitales como los riñones, pulmones y cerebro. Mientras tanto, el trastorno linfoproliferativo de células T es un tipo raro de afección que afecta el sistema linfático y puede tener graves implicaciones en el sistema inmunológico.
Halsey enfrentó serias dificultades debido a la enfermedad, entre ellas, la pérdida de habilidades motoras finas. En la entrevista, mencionó que acciones cotidianas como abrir un sobre o despegar una pegatina se convirtieron en tareas desafiantes. La construcción de casas de muñecas fue una actividad que, aunque aparentemente sencilla, requería una gran precisión y atención a los detalles. “Era algo que podía hacer adentro, de manera creativa y algo tranquilo que podía hacer cuando mi hijo estaba dormido”, dijo en una entrevista para la revista Paper.
El diagnóstico de Halsey con el raro trastorno linfoproliferativo de células T y lupus LES fue devastador. Estas enfermedades no solo afectaron su calidad de vida, sino que también limitaron su capacidad para socializar y disfrutar de actividades que antes eran comunes para ella. En lugar de caer en la desesperación, encontró en la construcción de miniaturas una forma de crear belleza en medio del caos. Para la artista, esta actividad no solo le permitió mejorar sus capacidades físicas, sino que también se convirtió en un mecanismo de escape emocional.
Escape emocional a través de mundos en miniatura
Para Halsey, la construcción de casas de muñecas no solo fue un ejercicio físico, sino también un escape emocional. La artista confesó que diseñar estos mundos en miniatura le permitía desconectarse de la dura realidad que enfrentaba. En su propia reflexión, construir estos pequeños universos era una manera de no estar sola, de crear una realidad paralela donde podía encontrar consuelo.
Este pasatiempo la absorbió tanto que comenzó a fabricar sus propios muebles en miniatura desde cero, incluso diseñando y creando su propio papel tapiz para las casas de muñecas. Este nivel de detalle y concentración la ayudó a enfocarse en cosas pequeñas y hermosas, en contraste con la turbulencia emocional y física que experimentaba a diario.
Lucha con la autoimagen y autoestima
En paralelo a su pasión por las casas de muñecas, Halsey atravesaba una profunda crisis emocional, marcada por una baja autoestima. La artista confesó que durante los meses que estuvo enferma, se sintió “muy fea” y evitaba mirarse al espejo. Apenas lo hacía, y solo por necesidad, como cuando debía ponerse lentes de contacto. El deterioro físico provocado por su enfermedad la hizo sentir irreconocible, lo cual afectó su confianza en sí misma.
En este contexto, la construcción de las casas de muñecas fue una vía de escape emocional. Mientras sus propios sentimientos de desesperanza y nerviosismo la abrumaban, trabajar en las pequeñas miniaturas le proporcionaba un alivio emocional. Halsey encontraba más agradable enfocarse en estos pequeños detalles, alejándose de la incomodidad de mirarse a sí misma.
Relación con su hijo
Durante este tiempo, Halsey también se centró en la relación con su hijo Ender, quien nació en 2021. La imposibilidad de realizar actividades sociales y la necesidad de mantenerse tranquila en casa mientras su hijo dormía la llevaron a profundizar aún más su pasatiempo. Para Halsey, las casas de muñecas se convirtieron en una forma de entretenerse de manera creativa sin perturbar el descanso de su hijo.
A medida que Ender fue creciendo, comenzó a mostrar interés por los Legos, lo que abrió una nueva etapa en la dinámica entre madre e hijo. Halsey expresó entusiasmo por esta nueva actividad compartida.
Anuncio de su enfermedad y relación con su música
El diagnóstico de Halsey coincidió con un momento clave en su carrera musical. En junio, poco antes del lanzamiento del primer sencillo de su quinto álbum de estudio, The Great Impersonator, la cantante reveló su condición de salud. A pesar de que el álbum marcaba un logro profesional, su anuncio sobre la enfermedad trajo un tono más sombrío a la celebración. Con un tráiler que exploraba temas de vida y muerte, Halsey confesó que en algún momento pensó que este sería su último álbum. Las letras de las canciones, particularmente en sencillos como “The End”, reflejan este proceso emocional.
A lo largo de los meses que siguieron, Halsey lanzó otros sencillos, como “Lucky”, “Lonely Is the Muse” y “Ego”, los cuales continúan explorando la conexión entre su arte y su experiencia con la enfermedad. Explicó que grabar este álbum fue como hacerlo “en el espacio entre la vida y la muerte”, lo que subraya el peso emocional que carga cada una de sus composiciones.
