La inesperada y sorprendente aparición de la Reina Letizia, la Reina Sofía, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía este martes en torno a las 16.00 horas por el centro histórico de Palma de Mallorca nos ha dejado innumerables imágenes para el recuerdo.
Desafiando los 40 grados de la isla balear, las mujeres de la Familia Real disfrutaron de un paseo por los alrededores de la Plaza Mayor en el que no faltaron las confidencias y los gestos de cariño, especialmente de las hijas de los Reyes a su abuela, de la que estuvieron pendientes en todo momento presumiendo de la maravillosa relación que les une.
Un plan ‘improvisado’ y muy especial en el que la Reina Emérita se convirtió en inesperada protagonista al sufrir un pequeño traspiés a su llegada a la tienda de nutrición de Pilar Aguiló, mujer del cantante Jaume Anglada, íntimo amigo de Felipe VI, gran ausente en la salida ‘real’ al encontrarse en París animando a los deportistas españoles en las Olimpiadas.
Las altas temperaturas pasaron factura a Doña Sofía, que visiblemente acalorada, y mareada incluso en ciertos momentos de la jornada, se apoyó en sus nietas y caminó con dificultad por el centro de Palma, antes de tener un ‘susto’ que afortunadamente no tuvo consecuencias al entrar en el establecimiento, cuando tras sufrir un tropezón al subir un escalón, continuó su camino airosa y sin inmutarse.
Apostando por su versión más relajada y veraniega, la Emérita derrochó elegancia con un pantalón fluido en color blanco -en sintonía con la Princesa Leonor-, camisola en color azul noche y alpargatas bajas de cuña en el mismo tono, además de un original y juvenil bolso de loneta a rayas amarillas y blancas con asas cortas también en azul, y numerosos collares para dar ese punto ‘bohemio’ a su look tan característico en la madre de Felipe VI.