(Desde Washington, Estados Unidos) En treinta horas, Nicolás Posse y Diana Mondino se encontraron con Jake Sullivan, Janet Yellen y Antony Blinken, los tres funcionarios más importantes del presidente Joe Biden. Y en todos los encuentros -Casa Blanca, Secretaría del Tesoro y Departamento de Estado-, el mensaje fue idéntico: apoyo al gobierno de Javier Milei, sorpresa por los resultados macroeconómicos del plan de ajuste y la perspectiva de fortalecer una alianza estratégica con eje en Argentina y América Latina.
Jake Sullivan es el principal consejero de Seguridad Nacional de Biden. Pasa sus días diseñando y ejecutando órdenes presidenciales vinculadas a Medio Oriente, Ucrania, Rusia y China, y su tiempo tiene un valor intangible.
El jueves 16 a la tarde, en su despacho del Ala Oeste de la Casa Blanca, Sullivan recibió a Posse y Mondino. Ese cónclave fue gestión directa del embajador Gerardo Werthein, que tiene profundos lazos políticos en DC.
La conversación entre Posse, Mondino y Sullivan fue sobre la agenda común de Argentina y Estados Unidos, y su construcción hacia adelante en un escenario regional atravesado por oscuras dictaduras, gobiernos que coquetean con Beijing, Moscú y Teherán, y países con desequilibrios institucionales.
La canciller, el jefe de Gabinete y el consejero de Seguridad Nacional analizaron la situación social y económica del país, el rol que puede jugar la Argentina en la región, la necesidad de contener la ofensiva de China en América Latina, la guerra que libra Ucrania contra Rusia y la crisis de Medio Oriente, tras el ataque terrorista de Hamas a Israel.
Sullivan sabe qué sucede en Gaza, y como Hamas se aprovecha de los rehenes que tiene cautivos en los túneles para negociar un cese del fuego que beneficie a sus esfuerzos terroristas. En este contexto, el director de Seguridad Nacional hizo una reflexión sobre los bebes argentinos secuestrados -Kfir y Ariel Bibas-, cuando promediada la reunión con Mondino y Posse.
“Se discutieron formas de reforzar la cooperación para abordar importantes desafíos regionales y globales, incluidos los esfuerzos en curso para aumentar la ayuda humanitaria a Gaza y asegurar un alto el fuego y un acuerdo sobre rehenes que traería a los rehenes a casa, incluidos los de Estados Unidos y Argentina”, sostuvo el comunicado oficial de la Casa Blanca informando sobre la reunión que mantuvo Sullivan con Posse y Mondino.
Y completó: “El asesor de Seguridad Nacional Sullivan agradeció a Argentina por hablar para apoyar la democracia en Venezuela y condenar la guerra de Rusia contra Ucrania”.
El viernes 17 a la mañana, Jay Shambaugh, Subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales, saludó con una sonrisa a Posse, Mondino y Werthein. Shambaugh es una economista duro que critica al FMI por la ayuda que concedió a la Argentina en tiempos de Donald Trump y Mauricio Macri.
Mondino y Posse explicaban a Shambaugh los conceptos básicos del plan de ajuste y los resultados del primer trimestre, cuando se abrió la puerta y entro Yanet Yellen, secretaria del Tesoro. Yellen es la principal asesora económica de Biden y su opinión tiene peso a nivel global.
El tiempo de Yellen vale igual que los minutos de Sullivan, y no fue casualidad que se sumará al cónclave: se trató de una decisión política. La administración Biden apoya al gobierno de Milei.
La secretaria del Tesoro hizo preguntas puntuales vinculadas al déficit fiscal y a las reservas del Banco Central, que Mondino explicó con extremo detalle.
–¿Cuánto fue la inflación de abril?-, quiso saber Yellen.
-8,8 por ciento, contestó la canciller.
-”Keep the good work” (mantén el buen trabajo)-, cerró la Secretaria del Tesoro.
Cuando concluyó el encuentro, la Secretaría del Tesoro emitió un comunicado que tiene una sutileza narrativa. Resalta la llegada inesperada de Yellen: “La Secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, se unió a la reunión para reiterar la importancia de la recuperación económica sostenible de Argentina para Estados Unidos”.
Y se completó la información oficial con la mirada del subsecretario Shambaugh. “El Subsecretario elogió a las autoridades argentinas por sus importantes avances en la reducción de la inflación y analizó cómo el gobierno está amortiguando la carga del ajuste fiscal sobre los más vulnerables”.
La gira de Mondino y Posse concluyó con una visita al Departamento de Estado, adonde se firmó un acuerdo bilateral con título significativo – “Entendimiento marco para el establecimiento de un diálogo estratégico entre Argentina y EEUU”-, y hubo una reunión con Blinken que fue con agenda abierta.
-Ya hablamos mucho de economía, quiero hablar de política exterior-, le dijo Mondino a Blinken cuando caminaban rumbo a su despacho.
-Ok-, contestó Blinken, mientras recorrían un pasillo del séptimo piso del edificio Harry S. Truman, adonde están colgados los cuadros al óleo de Hillary Clinton, Condoleezza Rice, Warren Christopher y Colin Powell, exsecretarios de Estado.
Mondino planteó la crisis de los seis refugiados opositores a Nicolás Maduro que están en la embajada de Argentina en Caracas, Blinken hizo alusión a la presencia de China en el pais y America Latina, y los dos comentaron la situación humanitaria en Haiti.
Fue un diálogo sobre política exterior y la construcción de una agenda común vinculada a los peligros del terrorismo, los delitos trasnacionales y la inestabilidad de las democracias en América Latina.
“El Secretario de Estado y la Ministra de Relaciones Exteriores reafirmaron la fortaleza de la relación bilateral entre los dos países y exploraron cómo Estados Unidos y Argentina pueden aumentar la cooperación para construir un hemisferio más seguro y democrático”, sostuvo el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, a través de un comunicado oficial.
La gira de Posse y Mondino en Washington abrió una nueva era en las relaciones diplomáticas entre Argentina y Estados Unidos.
Hay afinidad ideológica y una hoja de ruta compartida en temas estratégicos para la Casa Blanca: la influencia regional de Beijing, el incremento del crimen trasnacional y la presencia de células terroristas de Hezbollah que lavan dinero para financiar a Hamas en Gaza.
Milei construyó con Estados Unidos una relación geopolítica que va más allá del resultado de las elecciones del 5 de noviembre. Si reelige Biden o gana Trump, el presidente tendrá el apoyo de Washington.
Mondino fue explícita con Infobae cuando se le preguntó sobre los vínculos entre Balcarce 50 y la Casa Blanca:
“Nuestra relación es con los Estados Unidos, independientemente de quién lo gobierne”.