Antes de la llegada del huracán Beryl a la Península de Yucatán, entre los habitantes de Mérida se levantó una polémica entorno a las raíces mayas de la región y la “inusual” presencia de una estatua de Poseidón, una de las principales deidades de la mitología griega, una región geográfica donde los ciclones tropicales son extremadamente raros.
Las culturas mayas precolombinas se referían a los ciclones tropicales con el nombre “Huracán” (Jun Raqan), acuñada a partir de la lengua quiché. Este es también el nombre de su deidad del viento y las tormentas.
Mucho antes de la llegada de los españoles a América, la cultura maya vivió y experimentó los ciclones tropicales, debido a que las regiones que habitaron, México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador, son propensas a la formación de estos fenómenos climáticos.
Por ello, las tormentas y los ciclones tropicales formaban parte de su experiencia y conocimiento ambiental. De acuerdo con algunos estudios, Huracán era la deidad maya del viento y de las tormentas, sin embargo, no es lo mismo que Chaác, quien representaba a las lluvias.
Es importante mencionar la existencia de otras versiones, las cuales apuntan que el verdadero significado de la palabra huracán tiene su origen en la lengua taína, hablada por los pueblos indígenas del Caribe antes de la llegada de los colonizadores europeos.
Según esta versión, proviene de “Hurakán”, que era el nombre del dios del viento y las tormentas entre los habitantes de territorios en República Dominicana, Haití, Cuba, Jamaica y las Bahamas. Esta palabra fue adaptada por los españoles durante la colonización de América.
En cualquiera de los casos, es preciso tener en cuenta la estrecha relación entre la cultura maya y las poblaciones caribeñas. El comercio marítimo a través del Mar Caribe permitió a los mayas intercambiar bienes con las culturas ubicadas en las islas y en las costas del este de Mesoamérica.
Quién y cómo era el dios maya Huracán
En la mitología maya, el nombre de Huracán proviene del término quiché, Jun Raqan, que significa “una sola pierna”. También era conocido como el “corazón del cielo”.
Este dios es representado con una cola de serpiente y un aspecto reptiloide. Suele portar un objeto humeante, posiblemente una antorcha, y lleva una gran corona. A pesar de tener una sola pierna, era capaz de recorrer grandes distancias rápidamente, incluso caminando de cabeza con las manos.
El nombre de Huracán ha dejado una huella en nuestro vocabulario, ya que de él deriva la palabra “huracán” que se utiliza para describir a los ciclones tropicales, que son fuertes tormentas.
Según la mitología, Huracán fue uno de los dioses que intervino en la creación del hombre a partir del maíz.
El relato mítico también cuenta que Huracán envió el Gran Diluvio maya para destruir a los hombres de madera que habían enfurecido a los dioses. Este diluvio universal cubrió la tierra, y el dios Huracán permaneció en las nubes sobre el mundo inundado, hasta empujar el agua de vuelta a las costas originales.
Cuáles son las diferencias entre Chaác y Huracán
Huracán era el dios del viento, las tormentas y el fuego. A menudo se le asociaba con tempestades y fenómenos naturales destructivos como los ciclones, por esa razón se le consideraba una deidad relacionada con la creación y la destrucción.
Por otra parte, Chaac era el dios de la lluvia, de gran importancia para la agricultura y la supervivencia de las ciudades Estado de los mayas.
Chaac se asociaba con la fertilidad y era responsable de proporcionar agua necesaria para los cultivos. Solía representarse con un hacha en la mano, con la cual golpeaba las nubes para hacer llover.