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Barcelona, 22 ago (EFE).- Los Mossos d’Esquadra han admitido ante el Tribunal Supremo (TS) que la “maniobra de distracción” del expresidente catalán Carles Puigdemont en su fuga del pasado 8 de agosto, que “escapa a toda lógica racional o política”, les sumió en una situación de “confusión” e “incertidumbre” que impidió detenerle.
Así lo sostiene el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, en un informe al que ha tenido acceso EFE, que ha remitido al Supremo a petición del magistrado Pablo Llarena.
No se contempló que regresara para huir
En el informe, los Mossos reconocen que “en ningún momento” se valoró como “posible o probable” que Puigdemont pudiera regresar a Cataluña “y no tuviera la determinación de acceder al Parlament”, como había anunciado, por lo que “no se contempló como una posibilidad” que regresara a España “para después huir”.
Por este motivo, los analistas de información de los Mossos no plantearon en ningún caso el escenario de un retorno de Puigdemont que no acabara asociado con una “detención policial”.
“La huida del señor Puigdemont, gracias a una maniobra de distracción desarrollada con la cooperación involuntaria de miles de personas y la actividad organizada de un grupo de colaboradores próximos, impidió a los Mossos dar cumplimiento a la orden de detención emitida por el Supremo, a pesar de ser esta su voluntad y determinación”, apunta el informe.
En este sentido, remarca que en ningún caso se previó que el retorno de Puigdemont “sería meramente fugaz” y que no estaría orientado a participar en el pleno del Parlament.
El informe señala que el “escenario finalmente acaecido” con la fuga de Puigdemont “escapa a toda lógica racional o política según el contexto y la información disponibles”.
Una “perfecta sincronización” para distraer a la policía
Según el informe, la huida de Puigdemont “estuvo facilitada por varias acciones organizadas con la finalidad de distraer la atención policial”.
“Acciones que consistieron en simular un desplazamiento del señor Puigdemont entre la comitiva de políticos y un intento de multitud de personas de acceder por la fuerza en el interior del parque de la Ciutadella”, lo que propició la huida de Puigdemont en un vehículo, alega.
En este sentido, apunta que la “rapidez” con la que sucedieron los hechos, ante unas 4.500 personas y con una “perfecta sincronización” por parte de Puigdemont y su entorno, provocaron “confusión” en la sala de coordinación policial.
El informe resalta que, pese a que los Mossos desplegaron este día a 600 efectivos y que movilizaron a drones, “únicamente un policía” observó a Puigdemont, tras el discurso, acceder a una carpa y subirse al coche para huir.
Sin embargo, el agente, que fue increpado por varios seguidores de Puigdemont, se tuvo que limitar a advertir por teléfono a su mando y además se equivocó, al confundir la marca del vehículo con el que el expresidente se dio a la fuga -dijo que el coche era un Peugeot cuando en realidad era un Honda HRV- y al que perdió el rastro cuando un semáforo se puso en verde.
Según el informe, más allá de este único agente, el resto de Mossos desplegados en la vía pública y los efectivos que se encontraban en el centro de coordinación “estaban convencidos” de que Puigdemont se encontraba entre la comitiva de políticos y autoridades que se dirigía hacia el Parlament.
Y todo ello porque el dron policial que había observado a Puigdemont entrar en la carpa y cómo se preparaba en la zona un coche blanco y una persona manipulaba unas vallas, cambió su ubicación y se dirigió a ofrecer imágenes de la comitiva que se dirigía al Parlament, pensando que el expresident iba con ellos.
Una vez se constató que Puigdemont no estaba en la comitiva, los Mossos realizaron la “correspondientes” comunicaciones al resto de cuerpos de seguridad, activaron el dispositivo Jaula y desplazaron efectivos a todos los aeropuertos, aeródromos y helipuertos del área de Barcelona.
Los Mossos reconocen que, si bien lograron garantizar el normal desarrollo del debate de investidura, no se “alcanzó” el objetivo de arrestar al expresidente, porque “no se dispuso de la oportunidad policial” para proceder a su detención.
En este sentido, subrayan que no detuvieron a Puigdemont en los momentos previos a su discurso porque estaba rodeado de fieles y era altamente probable” que hubiesen tenido que ejercer una fuerza “probablemente excesiva e incluso desproporcionada”. EFE.
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