En la tarde del 11 de septiembre, falleció el expresidente de Perú Alberto Fujimori, recordado en la región por protagonizar una dictadura en la que, entre 1992 y el 2000, fue acusado de múltiples casos de corrupción, crímenes contra la humanidad y violaciones a los derechos humanos.
“Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir al encuentro del señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”, escribió Keiko Fujimori en su cuenta de X.
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Sobre su deceso, medios en Perú confirmaron que falleció en la casa de su hija Keiko, en donde vivía luego de recibir un indulto humanitario que le permitió salir de prisión en 2023, recordando que sus complicaciones de salud comenzaron precisamente cuando ingresó a la cárcel, en 2007.
La figura de Fujimori en Colombia es recordada debido a que en más de una ocasión arremetió contra Gustavo Petro por su pasado como “guerrillero” y porque fue señalado de tener vínculos en la venta de armas a las Farc-Ep.
Los nexos de Fujimori con Escobar
Alberto Fujimori, en un aspecto similar con el del dictador Manuel Antonio Noriega, también estuvo vinculado con el líder del cartel de Medellín y uno de los narcotraficantes que encabezó una guerra contra el Estado en Colombia, Pablo Escobar, abatido en 1993.
Cabe recordar que, en 2014, la entonces procuradora antidrogas de Perú, Sonia Medina, afirmó que había pruebas contundentes que confirmaban que en su momento hubo un vínculo entre el Gobierno de su país y el capo antioqueño, pero indicó que había influencias que buscaban “poner en blanco y negro una historia muy dolosa”, para intentar desmentir esto.
“Que hoy se quiera negar la participación de ciertos personajes es algo muy distante de la historia verdadera”, declaró Medina a El Comercio en ese momento.
La procuradora indicó en ese momento que los defensores de Fujimori tenían una tarea “muy difícil” si buscaban ocultar la relación entre el expresidente y Pablo Escobar, asegurando que “había mucha evidencia de que, efectivamente, los personajes de la mafia de Fujimori y Montesinos estuvieron comprometidos en diversos delitos, entre ellos el narcotráfico, del cual salieron bien librados”, y recordó los procesos contra el dictador que fueron archivados en el 2000. “Toda la crema y nata del narcotráfico quedó libre de polvo y paja”, puntualizó.
En ese momento, en Perú se registró una respuesta masiva por parte de los fujimoristas, principalmente de Martha Chávez, líder del movimiento políticó, que afirmó que había “una maldad” que buscaba vincular al capo con el expresidente.
“Jamás ha habido en el fujimorismo dinero del narcotráfico. Supuestos defensores de la democracia, supuestos personajes de anticorrupción, han querido enlodar al exmandatario Fujimori”, indicó Chávez.
Las versiones de los Escobar
El primero en hablar sobre Fujimori y Pablo Escobar fue el hermano del capo, Roberto Escobar, alias El Osito, que en una entrevista con El País, afirmó que el capo tuvo negocios directos con Vladimiro Montesinos, exdirector del Servicio de Inteligencia Nacional del Perú.
“Pablo hizo varios negocios antes de que el señor Montesinos viniera clandestinamente a Colombia. Después de que él vino, ya le cogió mucha confianza a mi hermano, entablaron buenas relaciones y ya trabajaron como en una forma más directa en muchos negocios, cada vez más importantes por la confianza que iban ganando”,
Además, “El Osito” aseguró que Pablo Escobar y Alberto Fujimori tuvieron conversaciones por teléfono para buscar ayuda económica en la campaña para llegar a la presidencia.
“Recuerdo que un día que hablaron por teléfono, mi hermano Pablo estaba escondido en Aquinatia. Montesinos le habló de la campaña de Fujimori, que él iba a ser la mano derecha del presidente, y después pasó a Fujimori y le dijo a Pablo que, si llegaba a la presidencia, con gusto le colaboraba en lo que estuviera a su alcance”, destacó Roberto Escobar.
En diálogo con la Agencia EFE, Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar, desmintió la versión de su tío Roberto y reveló que, en su momento, recibió junto a su madre una propuesta de la DEA que consistía en mentir sobre los nexos entre Fujimori y su padr,e a cambio de salir de Colombia con vida.
“Pretendían que escribiéramos unos párrafos en un libro donde se acusara a Montesinos de actividades de narcotráfico y a Fujimori de haber tenido conversaciones con mi padre en agradecimiento por un supuesto financiamiento de su campaña política”.
Escobar, que después cambió su identidad por la de Sebastián Marroquín, indicó que a pesar de la necesidad que tenían de escapar de Colombia, decidieron rechazar la oferta.
“Nosotros estábamos necesitados de visa y de poder abandonar el país para salvaguardar nuestras vidas, era una oferta muy generosa, ningún país nos quería recibir, pero nos pidieron mentir sobre personas que no conocíamos”.