Nicolás Maduro salió a la carga este miércoles y apuntó contra Estados Unidos y la líder opositora María Corina Machado, a quienes responsabilizó de las pérdidas del país en el primer cuatrimestre del año.
Durante un acto con motivo del Día Internacional del Trabajo que se celebró en Caracas, el dictador informó los números de cierre de este primer período de 2024, en el que se expusieron cifras en rojo a raíz de la disposición nuevamente de las sanciones estadounidenses tras incumplirse lo suscrito en el Acuerdo de Barbados.
“Tuvimos (…) pérdidas parciales por encima de los 2.000 millones de dólares para este cuatrimestre en los ingresos”, comenzó mencionando Maduro antes de apuntar, inmediatamente, contra el “chantaje permanente del imperio norteamericano” y “la derecha extremista de los apellidos” -en referencia a Machado y otros actores- por haber solicitado a Washington “nuevas sanciones” contra la estatal petrolera PDVSA.
A finales de 2023, una comisión oficialista y una opositora se reunió en Barbados y firmó un pacto en el que establecieron una serie de acciones y medidas que garantizan bases democráticas para las elecciones del próximo 28 de julio. Entre estas iniciativas se encontraba, por ejemplo, la habilitación para competir de la líder de Vente Venezuela, así como de todos aquellos actores que quisieran hacerlo.
A cambio de este compromiso de Maduro, Estados Unidos levantó algunas de las sanciones que pesaban sobre el Palacio de Miraflores.
Sin embargo, con el correr de los meses, la Casa Blanca constató que Caracas no estaba cumpliendo con su palabra y, por el contrario, ratificó la inhabilitación contra Machado, prohibió a su sustituta competir y hasta persiguió y encarceló a miembros de su partido.
Es por ello que, tras reiterados casos omisos a sus advertencias, a mediados de abril acabó por reponer las sanciones. Así, el Departamento del Tesoro decretó que desde el 31 de mayo todas las empresas extranjeras deben frenar sus operaciones de producción y exportación de petróleo y gas que han realizado estos últimos seis meses en el país y deberán solicitar autorización en cada oportunidad que deseen realizar negocios con PDVSA.
Ahora, el chavista acusa a estos actores y a Estados Unidos -a quienes considera aliados entre sí- de buscar conspirar contra la economía del país, algo que -asegura- no van a conseguir.
“Nada ni nadie” va a detener el crecimiento de la economía o, incluso, de la industria petrolera que, a pesar de las sanciones, “se mantuvo” y creció “a una menor velocidad” de lo previsto por lo que, con “esfuerzo propio”, se alcanzará un cierre de 2024 con una producción petrolera de 1.2 millones de barriles por día, señaló. Esto representaría un alza del 37,2% respecto a los 874.000 bpd de marzo.
“No hay licencia que nos detenga, esa es la verdad (…) Nos hemos preparado y nos seguimos preparando. Nosotros seguimos trabajando por el crecimiento económico”, continuó diciendo.
Por último, aseguró que en Venezuela “ha nacido un nuevo modelo económico diversificado que garantiza su crecimiento y no depende de sanciones, de licencias” de Estados Unidos, “que pretende imponer un modelo colonialista”.
(Con información de EFE)