Durante la primera semana de junio de 2024, la Fiscalía General de la Nación anunció la captura de 11 integrantes de una red criminal que estaría a cargo de lavar dinero del narcotráfico y en la que dos de los señalados eran oficiales retirados de la Policía Nacional.
Estos fueron identificados como los mayores (r) Andrés Felipe Osorio Osorio y Carlos Mario Montoya Castro, que de acuerdo con las autoridades, eran los encargados de liderar la estructura criminal que habría logrado lavar más de 24.000 millones de pesos en el país.
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Sobre el accionar de los señalados, la fiscalía informó que los exuniformados habían constituido comercializadoras de cárnicos que reportaron transacciones por más de 11.000 millones de pesos en dos años, que algunos de los vinculados tenían propiedades que fueron compradas con el dinero ilícito y que la compañía movilizó 971 millones en efectivo en carros de valores.
Sobre los bienes, se reveló que había siete lotes, 12 apartamentos, dos viviendas y nueve vehículos, además de objetos de lujo que estaban al interior de las viviendas.
A pesar del material probatorio y de que le fueron imputados cargos por lavado de activos, luego de que los señalados no aceptaran su responsabilidad en los crímenes, un juez varió la condición de Osorio y lo dejó en libertad.
El mayor era buscado por la DEA
El 27 de agosto, El Tiempo informó que en el barrio Modelia en Bogotá, personal del CTI de la fiscalía capturaron nuevamente al mayor retirado Andrés Felipe Osorio, y reveló que sobre el exuniformado recae una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos por delitos como concierto para delinquir y lavado de activos.
De la misma forma, se conoció que la DEA tenía desde hace varios meses a Osorio en sus radares por la importancia que tiene en una red de narcotráfico en el Caribe colombiano, en el que se ha vinculado a otros oficiales de la Policía Nacional en retiro.
El medio citado aseguró que Osorio habría ayudado con compañeros de la Unidad de Investigaciones Sensitivas del Caribe a capos desde 2019, pidiendo dinero en efectivo a cambio de permitir el paso de droga por los puertos de Cartagena y Barranquilla.
Además, el mayor retirado haría parte de una red de corrupción al interior de la Policía Nacional que servía de delatores sobre cargamentos de droga que ya habían sido descubiertos y por medio de un tercero notificaban el hallazgo, por lo que las recompensas eran cobradas a la policía y la DEA para luego repartirla entre los miembros de la organización.
Informes de las autoridades mencionan a Osorio en al menos cinco eventos de esta índole antes de que uno de los miembros de la estructura criminal se sometiera a la justicia y revelará que en uno de los casos cobraron 170 millones de pesos a la Dirección antinarcóticos de la Policía.
Con esta información, Andrés Felipe Osorio fue capturado en junio de 2023 junto con tres exuniformados que fueron imputados por los delitos de concierto para delinquir y fabricación o porte de estupefacientes; sin embargo, en esa ocasión le otorgaron el beneficio de detención domiciliaría al mayor retirado.
A diferencia de las dos ocasiones en las que había sido capturado, en el arresto registrado en Bogotá se le notificó que era detenido porque existe un pedido de extradición desde Estados Unidos debido a que es requerido para procesarlo en una corte en Texas. Es por ello que su caso será revisado por la Corte Suprema para que defina si se aprueba o no su extradición a Norteamérica.
