Hernando Tavera, presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), advirtió recientemente que las condiciones para que se produzca un sismo de 8.8 grados frente a la costa central peruana son bastante altas y reiteró su pedido hacia la ciudadanía para que esté preparada ante evento sísmico de esa magnitud.
En un enlace con RPP Noticias, el titular del IGP mencionó que desde 2015, dicho organismo público ha dado aviso de este acontecimiento que se puede desarrollarse frente a la costa central del cual es parte de las regiones de Lima, Callao, Ica, Arequipa, y otras áreas costeras.
“Puede ser de acá a un año, 50 años, 100 años, pero el sismo va a ocurrir. Lo que se busca aquí es que, con esta información, realmente comencemos a prepararnos”, explicó para el citado medio el 09 de agosto.
Tavera Huarache indicó que la sociedad no puede dominar la naturaleza, pero sí puede identificar las áreas con alto riesgo de experimentar un sismo “en cualquier momento”. En esa línea, destacó la importancia de participar en los simulacros y así desarrollar una cultura de la prevención.
Segundo simulacro 2024
Cabe mencionar que el próximo 15 de agosto, a las 3:00 p. m., se llevará a cabo el Segundo Simulacro Nacional Multipeligro del año. Este ejercicio preventivo se realizará en conmemoración al 17.º aniversario del devastador sismo de magnitud 7.9 con epicentro en Pisco, que afectó a más de 431,000 personas y destruyó aproximadamente 92,000 viviendas.
Tavera señaló la importancia de participar en el simulacro que además tiene como objetivo fortalecer las capacidades de preparación de la población y de las entidades que integran el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinagerd).
“En el caso de Perú, esta información que se ha dado en un momento y la seguimos poniendo sobre la mesa (en referencia a la eventualidad de la ocurrencia de un fuerte sismo) ha ayudado, por ejemplo, a que los simulacros ya no se hagan para un sismo de magnitud 8, sino para uno de 8.8; ha permitido que las políticas de Estado cambien y que las instituciones actualicen sus documentos de gestión de riesgos para un sismo de estas magnitudes”, manifestó.
Este simulacro multipeligro recibe su nombre porque cada gobierno regional ha seleccionado el tipo de amenaza ante la cual su población realizará las prácticas de respuesta. En Lima Metropolitana y Callao, el enfoque del ejercicio será la reacción ante un sismo seguido de un tsunami y deslizamientos de tierra, según explicó Juan Carlos Urcariegui Reyes, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).
“En este caso, 22 regiones han elegido el sismo y los peligros asociados, tenemos 2 con lluvias intensas, 2 con incendios forestales y Arequipa ha postergado (el simulacro) por razones de su aniversario del 15 de agosto para el 13 de agosto”, manifestó el funcionario en una entrevista anterior con el mencionado medio.
Silencio sísmico en Lima
El presidente del IGP recordó en otro momento que Lima lleva un largo silencio sísmico y presenta muchas construcciones informales. Tavera recordó que el mayor sismo registrado en la costa central del Perú tuvo lugar en 1746, con una magnitud estimada entre 8.8 y 9. Desde entonces, no ha habido otro sismo de gran intensidad, lo que implica que durante 278 años se ha acumulado energía que solo se liberará con un terremoto de magnitud superior a 8.
Según el especialista, una simple observación de las edificaciones en Lima sugiere escenarios trágicos en caso de un fuerte sismo en la capital. Señaló que, durante un terremoto, el suelo se mueve con diferentes grados de intensidad, y si las viviendas no cuentan con una estructura sólida, podrían colapsar y causar innumerables pérdidas humanas además de daños materiales.
Algunas de las zonas más vulnerables en Lima Metropolitana para un evento sísmico de esta magnitud pertenecen a los distritos de San Juan de Lurigancho, Chorrillos, Barranco, Santa Anita, Los OLivos, Carabayllo, Puente Piedra, La Molina, Villa María del Triunfo, Lurín, además de Callao Cercado y Ventanilla también, sumando las construcciones en los acantilados a lo largo de la Costa Verde y las viviendas en las laderas de los cerros de Lima, según ha mencionado el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS).
¿Qué pasó en 1970 en Huaraz?
El 31 de mayo es uno de los días que nadie en el Perú debería olvidar. En esta fecha algo cambió para siempre en nuestra sociedad y en la manera en la que enfrentamos los desastres naturales. Hace 54 años un violento y devastador terremoto acabó con la vida de casi 80 mil personas en Áncash, dejó toda una ciudad en escombros y una población aislada, herida y llena de terror. Esta es la historia del mayor desastre que ocurrió en la historia del país.
Muchos aprovecharon este día libre para aprovechar en visitar a familiares, realizar otras actividades y los niños fueron llevados a un circo dentro de un colegio. De repente, a las 3:23 de la tarde, la tranquilidad de los hogares peruanos fue interrumpida por uno de los desastres naturales más devastadores en la historia del país. Lo que empezó como un sutil movimiento se convirtió rápidamente en un terremoto de 7,9 grados, cuyo epicentro se localizó a 44 kilómetros al suroeste del puerto de Chimbote.
¿Qué hacer ante un sismo?
En situaciones como estas, es crucial saber cómo actuar:
- Mantén la calma y busca refugio bajo una mesa resistente.
- Aléjate de ventanas y objetos que puedan caer.
- Si estás al aire libre, busca un área abierta lejos de edificios y postes.
- Prepara un kit de emergencia con suministros esenciales.
¿Qué debe contener la mochila de emergencia?
En cualquier momento podrías enfrentarte a un sismo, por lo que es vital contar con una mochila de emergencia que incluya:
- Agua potable (al menos 3 litros por persona por día).
- Alimentos no perecederos (enlatados, barras energéticas, frutos secos).
- Botiquín de primeros auxilios.
- Linterna con baterías de repuesto.
- Radio portátil a pilas.
- Ropa de abrigo y manta.
- Documentos importantes (copias de DNI, pasaportes, seguros).
- Dinero en efectivo.
- Silbato de emergencia.
- Teléfono móvil con cargador portátil.
- Artículos de higiene personal (jabón, toallas húmedas, papel higiénico).
- Herramientas básicas (navaja, cinta adhesiva, fósforos).
- Mapa local y lista de contactos de emergencia.