Una nueva modalidad de estafa se estaría popularizando a las afueras de los baños en centros comerciales, según denunció un ciudadano en sus redes sociales, tras ser testigo de cómo, valiéndose de sus hijos, ciudadanos extranjeros estarían cobrándole a los clientes para evitar falsas denuncias de acoso.
“Inició en Medellín, ya se extendió a Cali, lo están haciendo también en Bogotá y al paso que vamos, porque son los famosos extranjeros quienes hacen la gracia, esa vaina se va a regar en toda Colombia, en las ciudades principales, en las que hay centros comerciales grandes”, advirtió.
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En la estafa estarían involucrados, tanto niños como acudientes, quienes esperan ansiosos la señal de los menores para acercarse, junto con una gran multitud y actuar, antes de que se presenten las autoridades.
“Tú vas al baño del centro comercial, haces tu vaina y cuando sales te encuentras en la puerta a un niño o una niña de 7 u 8 años atravesado en la entrada del baño, entonces, al pedirle permiso, forma un escándalo, ya están adiestrados”, explicó.
Y ya con la atención centrada en la víctima: “Dicen que les mostraste el miembro, las partes íntimas, intentaste tocarlo aquí, allá, y se te forma el sirilí en el centro comercial, de grandes dimensiones, te cae todo el mundo, la gente, los vigilantes y luego aparecen los supuestos papás de los niñitos”.
El espectáculo orquestado por el menor deja entre la espada y la pared a la víctima, usualmente del género masculino, y su única salida parece ser la de escuchar al padre del menor y seguir sus instrucciones:
“Tú tratas de explicar, pero la gente en ese momento no entiende de razones ni nada. La gente lo que hace es darle la razón al niño. Entonces, el papá del pelao’ te dice que sabe que la cagaste, pero pueden conciliar, sin que ponga el denuncio o, de lo contrario, son 8 años de cárcel que te mamas”.
Es entonces que, a cambio de mantenerse en silencio “te arranca lo que tengas encima. Hay gente que ha caído con uno, dos, tres millones. Si tú cargas 100 barritas o 200 te las quita, entonces pilas”.
De 2.000 a 50.000: la estafa orquestada por emboladores que inflan la cuenta respaldados por sus compañeros
Óscar Metacho, un conocido tiktoker, se convirtió en víctima de una estafa mientras paseaba por las calles de Bogotá a mediados de marzo del 2024. Según su relato, fue abordado por un grupo de emboladores que, bajo engaños, le ofrecieron limpiar sus zapatos por un precio que terminó siendo significativamente mayor al acordado.
El influencer explicó cómo inicialmente aceptó la oferta del servicio por 2.000 pesos colombianos (aproximadamente 0,51 dólares o 0,47 euros), creyendo que era un trato justo considerando el estado de sus zapatos.
Sin embargo, tras aplicar diversos productos sin previo aviso, el precio final exigido por el embolador ascendió abruptamente a 50.000 pesos colombianos (cerca de 12,74 dólares o 11,65 euros), destacando no solo la habilidad para manipular del embolador, sino también la presión ejercida por sus acompañantes para asegurar el pago del monto elevado.
“Sí, eran 2.000, pero la echada (del producto), y yo le eché como diez veces. Además, yo no solo le puse el champú. También le puse esta crema quitamanchas, esta espuma limpiadora y un pulidor especial que es importado. Entonces, papi, me debe 50.000″, argumentó el trabajador ambulante.
Esta, sin embargo, no parece ser una situación aislada, dado que Metacho mencionó haber observado este mismo esquema de estafa operando regularmente en varias zonas del norte de Bogotá. Lugares como la Calle 85, puentes y estaciones del sistema de transporte Transmilenio han sido señalados como puntos comunes donde estos grupos de estafadores se congregan para ejecutar su modus operandi. La advertencia del tiktoker a sus seguidores y al público en general es clara: ser cautelosos y evitar aceptar servicios de emboladores desconocidos para prevenir ser víctimas de estafas similares.