La estrella de Seinfeld, Michael Richards, hizo una íntima y dolorosa confesión en su nuevo libro de memorias, “Entrances and Exits”. El actor reconocido por su papel como Cosmo Kramer en la exitosa serie de televisión, expuso de manera cruda y honesta múltiples traumas, comenzando por el descubrimiento de su origen.
En su autobiografía, Richards (75) contó cómo creció creyendo que su padre había muerto en la guerra, una historia sostenida por su madre. Sin embargo, al ir creciendo, empezó a darse cuenta de que los números no cuadraban.
Se propuso entonces ir a enfrentar la verdad; aunque tuvo que lidiar con las “mentiras blancas” de su progenitora; quien cambió su versión y le dijo que su padre había muerto en un accidente automovilístico.
Tarde o temprano, le confesaron lo que ocurrió en realidad: Richards fue concebido como resultado de una agresión sexual.
“Tuve que aceptar que no me querían o que mi madre quería deshacerse de mí”, expresó el artista. Este descubrimiento no solo lo dejó devastado, sino que también moldeó gran parte de su vida y personalidad a futuro.
Se enteró que su madre había considerado abortar, pero al ser ilegal en ese entonces, lo puso en adopción. Más tarde, cambió de opinión y decidió criarlo como madre soltera, eligiendo aleatoriamente el apellido Richards.
El actor reflexionó sobre su pasado y cómo llegó a aceptar esa parte de su historia personal a pesar del impacto que tuvo en su autoestima y en sus relaciones.
“Es definitivamente algo que he tenido que explorar a lo largo de los años para entender que mi ira surge de un sentimiento de inferioridad. Tengo un temperamento, y proviene de esa sensación de no ser aceptado, no ser entendido, no ser lo suficientemente bueno para ser querido o amado”, detalló en su libro.
Richards además describió que el “síndrome del impostor” lo acompañó a pesar del gran éxito que tuvo Seinfeld. Afirmó que nunca estuvo realmente satisfecho con su desempeño y le costaba trabajo aceptar genuinamente el cariño y los aplausos de sus seguidores. “Incluso cuando el publico me amaba y llegaban premios, elogios y ofertas, me sentía demasiado abrumado”, admitió.
“Rechacé la oferta de una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood porque no me sentía merecedor,” explicó. También señaló que rechazó dos veces la oportunidad de presentar Saturday Night Live por una similar falta de confianza.
En la carrera del actor, también se registró un conocido y controversial incidente en 2006, cuando fue grabado mientras lanzaba insultos raciales durante una presentación en el Laugh Factory en Los Ángeles. El humorista comenzó a gritar improperios y palabras denigrantes a un grupo de afroamericanos que él consideraba que le estaban faltando el respeto.
Ese suceso sepultó su carrera por casi dos décadas. “No soy racista. No tengo nada en contra de las personas negras. El hombre que me dijo que no era gracioso, simplemente expresó lo que yo me había estado diciendo a mí mismo durante un tiempo. Me sentí menospreciado. Quería menospreciarlo”, explicó Richards en su libro.
El comediante también reconoció que fue un error y que “se arrepintió inmediatamente”; sin embargo, no espera que la gente olvide lo ocurrido. “Mi ira estaba por todas partes, y salió de manera rápida y dura”, aseguró. “La ira es una fuerza poderosa. Pero ocurrió. En lugar de huir, me sumergí y traté de aprender de ello. No ha sido fácil”.
El libro de memorias de Richards, Entrances and Exits, saldrá a la venta el 4 de junio en los Estados Unidos. El texto también incluye cómo se enteró de su cáncer de próstata, enfermedad que superó tras una cirugía.